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#PrimeroConElNalgo: Me voy a tirar al medio (leyeron bien, a mí mismo)

Lee aquí la columna de Fernan Vélez, quien además nos cuenta que Yaire está nuevamente soltera

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Bueno, ustedes están acostumbrados verme tirando al medio a todo el mundo pero nunca o casi nunca a mí mismo. Esto que les voy a contar es tan bochornoso que cuando pasó, le pedí a mi esposa que jamás le dijera a nadie, ni a su familia ni a nuestros amigos, a nadie. Quise olvidarlo en ese mismo momento y darle “delete” en el disco duro de mi cabezota. No pasó, punto. Pero, creo que ustedes merecen saberlo y que se den gusto y mapeen el piso buleándome.

Esto ocurrió literal y tal cual les voy a contar. Fue hace poco más de un mes, junio 30 para ser exactos. Salí del show de televisión (aprovecho la pauta pa´ que vean Qué Junte, lunes a viernes a las 5pm por Mega TV), y me dirigí a una famosa megatienda en Caguas a hacer compra. Eran como las 7:30 de la noche. LLego, estaciono mi guagua, me bajo, camino hacia la entrada, agarro un carrito, saco mi tarjeta de socio, no había empleado en la entrada, guardo mi tarjeta, entro, en fin, con un flow terrible a hacer algo que acostumbro hacer. Saco el celu y miro la lista que me había enviado mi esposa de las cosas que nos hacían falta. Me doy cuenta rápido que, como ocurre siempre en esas tiendas y en supermercados, cambian de sitio una que otra cosita. Seguí en la mía, empiezo a echar cosas en el carrito. Lo voy llenando poco a poco. Escucho por el altavoz de la tienda que pronto iban a cerrar. Le comento por texto a mi esposa ya que apenas iba por la mitad de lo que fui a comprar. Ella me dice que es imposible que vayan a cerrar y me envía un “screenshot” del horario de la tienda y dice que cerraban media hora después de lo que estaba anunciando la empleada por la bocina. Y Nao (mi esposa) por el techo también con la tienda desde la casa. Ajoré el paso. Seguía viendo artículos que siempre veía en un sitio y estaban en otro. Me dije rápido que le dieron un cambio radical de lugar a las cosas. Tuve que recorrer como 3 veces cada góndola por donde siempre ponían las cosas  pero no las encontraba. El reloj corría, seguía la empleada ajorando de que iban a cerrar. Empecé a sudar, solo imagínense este gordito meneando sus rebosantes nalguitas a todo dar por allí. Me dije: cuando me vengan a decir algo les voy a reclamar que en la página dice que cerraban media hora después (yo fronteando de revulero). Le envío un voice a mi esposa diciéndole que me estaba tardando el doble ya que habían cambiado todas las cosas de sitio. Me dirigo a las botellas de agua. Solo veía que todas las “paletas” de agua eran de la misma marca. No la conocía. Le pregunto a un empleado si tenían las botellas con la marca de ellos, me dijo que estaban frente a mí. Eran las que acababa de ver. Miro bien…y adivinen. Ahí fue que caí en cuenta. La marca era la de la OTRA megatienda, que estaba al lado.

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PA-PE-LÓN. Me quedé frío, no sabía dónde meterme. Gracias a Dios que llevaba puesta la mascarilla ya que nadie me reconocía (eso creo) en esa bochornosa movida. Miro el carrito, casi lleno, pienso en lo que dirá Nao cuando le cuente. Di “rewind” en mi mente, tuve suerte que en ese momento no estaba el empleado en la puerta chequeando las tarjetas de socio ya que si veía la mía que decía que era de la otra, no me dejaba entrar. Pero no, los planetas malalechísticos se alinearon para destrozar lo poco que me queda, si algo, de dignidad. Por supuesto que me dije que no habían cambiao na de sitio en las góndolas, simplemente estaba en la tienda que NO ERA. La que cerraba media hora más tarde era la otra. Me sentí como m…. De la vergüenza, dejé el carrito allí mismo (sorry a los empleados por esto) y me fui pal parking deseando que me tragara la tierra y me escupiera en Tangamandapio. Me monto en la guagua y lo primero que hago es llamar a Nao y contarle riéndome. Ella rápido lo primero que hizo fue preocuparse de que no estuviera comenzando a olvidar las cosas (Dios me cuide). Le dije que no, que sencillamente soy LA ESTACA DE AMARRAR A LOS DESPISTAOS (se oye más bonito que llamarme bruto). Sé que tienen en sus mentes el vídeo de Rivera Schatz “así de brutos son”, o el del Chavo “qué bruto, póngale cero”, los conozco, charlatanes. Llegué a casa, me dolían los pies ya que andaba ese día con unas botas que, obvio, no son pa caminar tanto. Tan pronto entro por la puerta empiezo a reírme con mi esposa de semejante “boludez” mía. Al otro día, a la misma hora, en la misma guagua, por el mismo canal, fui a hacer compra, pero en la tienda que era (créanme que hasta GPS puse pa no equivocarme de nuevo) y hasta le mandé foto a a Nao frente a la tienda correcta (como diciéndole: ¿viste, que no soy tan bruto na?).

Por mi despiste de aaaños me han pasado unas cosas aberrantes, aunque ninguna como esta. Sé que tiene que haber gente como yo. Los quiero leer, déjenme sus experiencias de despiste en los comentarios. Buleo en 3, 2, 1…

Soltera nuevamente la cantautora Yaire

Husmeando y “stalkeando” las redes sociales (algo normal en mí), me doy cuenta de que hace varias semanas la cantautora Yaire no posteaba nada con su flamante novio, el mega conocido locutor de 1,099 seguidores en Instagram, mi pana Rey Agosto (empecé a seguirlo pa que se redondearan a 1,100).

Una súper fan de ella me envió un DM por Instagram diciéndome lo mismo. Me puse a buscar y era verdad. Creo que él borró las fotos recientes con ella. Ella había posteado en Instagram una foto con su hijo Adam Blasco (quien hizo un vídeo nada más y nada menos que con Bad Bunny), algo que hablaba de inestabilidad en su vida, que iba en busca de nuevos horizontes, que esperaba lograr sanar con ese viaje. Me preguntaba pa dónde rayos irá.

La muchacha arrancó pa España y lleva más de un mes por la Madre Patria…y Olé. Presentao al fin, le escribo al WhatsApp y me saluda enviándome una foto de una beer que se estaba bebiendo marca “Mahou” y otra foto de un bollo de pan entero, como de una libra, relleno de no sé que, y unos frasquitos plásticos con aceite de oliva extra virgen y otro con tomate triturado. La nena tiene buen diente, eran las 3:20 de la tarde en España, olvídate de la acostumbrada siesta, ella le estaba sometiendo como troquera. No perdí tiempo y le pregunté qué hacía por allá. Me dijo que había llevado a su hijo a visitar a su familia por parte de padre y se estaba quedando en casa de los que eran sus vecinos inmediatos cuando vivía allá, que siguen siendo como familia y la estaban tratando demasiado bien, estaba súper agradecida con ellos.

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Yendo al chisme, le pregunto cómo estaba la relación con el papá del nene, el empresario español Miguel Blasco, con quien ella fue víctima hace años de violencia doméstica y hasta estuvo preso el hombre por eso. Me dijo que solo lo vio cuando llegaron y hablaron únicamente lo relacionado al niño. Me confirmó que hace tiempo se dejó de Rey, luego de 3 años de noviazgo y con quien estaba comprometida para casarse. Por supuesto que le indagué de por qué terminaron. No quiso añadir, solo me dijo “No funcionó. Está todo súper bien. Le deseo lo mejor del mundo y del universo siempre. Él está bien, todos bien”. Pensé rápido que se tiró una respuesta genérica y clichosa y que quizá me estaba ocultando algo, pero en fin, fue su respuesta.

Así que está nuevamente soltera la Yaire y muy feliz. Así lo noto en cada post que hace desde España. Me alegro por ella, de corazón. Se merece toda la felicidad del mundo (también Rey). Está bien pompeá ya que tiene conciertos el 21 y 22 de agosto, la cuarta y quinta función de su show “Nuevos Instantes” en “Musas & Eventos” del Centro de Bellas Artes, junto a Ana del Rocío, a las 7:30 de la noche. Luego tiene show en Massachusetts a principios de septiembre y en Orlando el 19 de septiembre. Pendientes a sus redes (@yairemusic en Instagram) para detalles. terminé mi conversación con Yaire con una foto que me envió de una suculenta paella con to´ los hierros. Se los dije, tiene buen diente. Mucho éxito.

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