Scarlett Johansson ha tenido bastante tiempo para pensar en una película de “Black Widow”. Después de todo, interpretó al personaje en siete películas a lo largo de 10 años.
Pero a diferencia de muchos de sus compañeros Avengers que tuvieron grandes presentaciones y secuelas con sus nombres en la marquesina, ella construyó a la enigmática Natasha Romanoff como una actriz secundaria, comenzando con su introducción en “Iron Man 2” de 2010 hasta su salida en “Avengers: Endgame”.
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Para cuando fue llamada a protagonizar su propia cinta, sabía que, ante todo, quería que la película de Black Widow fuera inesperada. Y como la primera actriz principal en fungir como productora en una película de Marvel, realmente tenía algo que decir.
El personaje, que apareció por primera vez en los cómics en 1964, está indisolublemente ligado a la estética de una espía de la era soviética digna de una cinta de James Bond. Pero esa parecía la ruta fácil.
“No quería que fuera una película de espionaje”, dijo Johansson. “Creo que evitamos eso”.
En vez, “Black Widow” ayuda a pelar las capas de un personaje difícil de entender, con un poco de historia de origen, un poco de coda y la presentación de personas fuera de los Avengers que significan algo para ella. Johansson también reclutó personalmente a la directora australiana de cine independiente Cate Shortland, otra elección inesperada e inspirada.
El veterano de Marvel Eric Pearson tuvo la tarea de escribir el guion y aprovechó el hecho de que el personaje pareció cambiar y volverse más vulnerable entre “Captain America: Civil War” (“Capitán América: Civil War”) e “Infinity War”/“Endgame”, que es cuando transcurre la historia de “Black Widow”.
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“Vemos lo que pasó allí”, dijo Pearson. “Lo que sucedió cuando regresó y enfrentó su pasado que abrió su corazón y la abrió al mundo y finalmente la llevó a hacer ese sacrificio histórico al final de ‘Endgame’”.
Parte de eso implicó la introducción de una especie de hermana en Yelena Belova, interpretada como adulta por Florence Pugh, quien también tuvo la experiencia traumática de ser entrenada en la “Habitación Roja” cuando era niña.
“Florence es tan vibrante e interesante de ver que piensas, ‘OK… va a haber vida aquí’”, dijo Johansson.
A pesar de no conocerse realmente de antemano, ambas actrices se conectaron rápidamente en el set, en parte debido a una química natural y en parte por la naturaleza extrema de filmar un thriller de acción de gran presupuesto.
“Nuestro primer día fue cuando la arrojé contra un gabinete y ambas teníamos las manos en las axilas de la otra y en ese momento pensé, ‘Dios mío, tengo la axila sudada. Y Scarlett Johansson me está tocando’”, dijo Pugh. “Una vez que se rompe el hielo, ya sabes, mejores amigas. Sin embargo, el primer día fue extraño para empezar”.
Fue un esfuerzo épico que se rodó durante 87 días en Londres, Noruega, Budapest, Marruecos y Atlanta, con peleas espectaculares, acrobacias en motocicleta, persecuciones de autos y hasta una escena en paracaídas. Para Pugh, más conocida por cintas de menor acción como “Midsommar” (“Midsommar: el terror no espera la noche”) y “Little Women” (“Mujercitas”), fue una experiencia reveladora.
“Fue tan impresionante ver tantos departamentos haciendo tantas cosas. Y estuve completamente involucrada en el proceso y su creación”, dijo Pugh. “Eso hizo que esperar y ver la película un año después fuera aún más emocionante porque pensé, ‘Dios mío, eso tomó tantos días de rodaje y ahí estamos volando por el aire en moto’”.
“Black Widow” tiene la distinción de ser la primera película de Marvel que se estrena simultáneamente en cines y una plataforma de streaming, con más de un año de retraso debido a la pandemia. Al igual que un puñado de estrenos de Disney el pasado año, estará disponible el viernes en cines de todo el mundo y se podrá alquilar en Disney+ por 30 dólares.
La cinta no es sólo un homenaje y un adiós a un personaje querido. También inicia la “Fase Cuatro” del Universo Cinemático de Marvel tras una brecha no planificada de dos años en los estrenos en salas de cine después de “Avengers: Endgame” y, técnicamente, “Spider-Man: Far From Home” (“Spider-Man: Lejos de casa”).
Siempre es mucho lo que está en juego para una película de Marvel, pero “Black Widow” también será una prueba de fuego no sólo por la estrategia de estreno poco convencional, sino como un indicador del interés de la audiencia en el gigante del cine a futuro.
Después de 23 películas que llevaron a “Endgame”, actualmente la cinta más taquillera de todos los tiempos tras un relanzamiento de “Avatar” durante la pandemia, Marvel entra a un terreno desconocido con nuevos personajes en películas como “Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings” (“Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos”), programada para septiembre, y “Eternals” (“Eternos”), con Salma Hayek entre sus protagonistas, para noviembre. Pero el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, no está muy preocupado. Esta nueva fase, dijo, es uno de sus “nuevos comienzos”.
“Dentro de nuestras películas, existe esta gran experiencia compartida que todos los personajes tuvieron con esto, lo que llamamos el blip. Ahora, en la vida real, todos nosotros, como seres humanos en la Tierra, hemos tenido la experiencia compartida de esta pandemia, de este bloqueo. Así que hay un paralelismo interesante”, dijo. “Han pasado dos años desde que tuvimos una película en los cines y estamos listos. Espero que los fanáticos estén listos”.