En el documental Rita Moreno: Just A Girl Who Decided To Go For It que estrena hoy en Fine Arts, la ganadora del EGOT destapa su alma ante su compatriota, la cineasta Mariem Pérez Riera. En entrevista con Metro Puerto Rico, la directora comparte reveladores momentos de la pieza, que se convierte en un documento sobre la fuerte experiencia de una mujer latina en tiempos donde el sexismo, el machismo y el racismo controlaba la industria fílmica en Hollywood.
¿Cómo convenciste a Rita Moreno?
—El proyecto lo originó Brent Miller, productor de la serie One Day At A Time. Me le acerqué y le dije que quería hacerle una propuesta porque llevaba observando mucho a Rita detrás de las cámaras en el programa. Hice mi propuesta que incluía también la animación de las muñecas de papel, que lo hizo un puertorriqueño, Quique Rivera, y pues, me escogieron.
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¿Cómo fue lograr la confianza para que ella te hablara de temas tan fuertes?
—Queríamos hacer un documental que no fuera un show reel. Ella también estuvo de acuerdo. Las preguntas que le hice a Rita las hice desde mi experiencia como puertorriqueña también en Hollywood, que he pasado muchas experiencias similares. Creo que como le preguntaba desde mi lugar, se sintió cómoda en abrirse porque de alguna manera ella también quiere que nadie más pase por eso. De que no tuviese maquillaje, para eso la tuvimos que convencer, y de que se quitara la peluca y verla con su pelo natural. Esos fueron momentos que poco a poco, mientras íbamos filmando ese año, pues se fue sintiendo más cómoda. Tiene que ver con que éramos todos puertorriqueños. Hablábamos en español todo el tiempo y ella escuchaba ese español de Puerto Rico que llevaba vidas sin escuchar y mucho menos en filmación.
¿Qué aprendiste sobre West Side Story que quizás no conocías?
—Para mí era bien importante que habláramos de West Side Story desde la perspectiva de nosotros los puertorriqueños. Es la primera vez que nos vemos en una pantalla grande, pero nos ponen como los malos. Quería saber la opinión de ella. Cuando me cuenta que la canción de América, que ya de por sí es bastante denigrante para un puertorriqueño, era aún peor, para mí fue oh wow. Y saber que se le hizo difícil cantar esa canción como la única puertorriqueña en el elenco. Pero la entiendo porque tenía que trabajar, porque trabajó tanto para poder lograr ese papel en la pantalla grande. Pudo hacer las paces con decir que ese personaje no es ella. [Tampoco] sabía que un mes antes de se ganara el Oscar, se trató de suicidar. Es fuerte verla allí cuando recibe el premio y no sabe ni qué decir porque tiene tantas inseguridades.