Todo aquel que tenga cierto conocimiento de la cultura general sabe que en los Estados Unidos hay tres eventos que anualmente nadie se pierde por nada del mundo. Uno de ellos es sin duda el Super Bowl. Un escalón más abajo, pero no tan lejos, está la ceremonia de los premios de la Academia, los Oscar. Y finalmente, aunque les cueste creerlo, está el único e irrepetible WrestleMania. Se trata del máximo evento de lucha libre organizado por la WWE que atrae a las mejores y máximas leyendas del combate. Sin embargo, este año llega con el debut como luchador de una estrella que ya dominó el generó urbano: Bad Bunny.
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