Pese a que todo lo demás se detuvo, las buenas películas siguieron llegando en 2020.
En un año que se sintió a menudo como una producción apocalíptica hollywoodense, las películas — con todo y que fueron relegadas a la pantalla chica — siguieron siendo tan necesarias como siempre. Fue el año del autocine, de las proyecciones en el jardín, de los servicios de streaming. Sea donde sea que se hayan visto, las mejores películas del año ofrecieron algo de escape y conexión: la posibilidad de gracia, una chispa de furia. y algo que el resto del mundo no podía ofrecer: la certeza de un final.
PUBLICIDAD
A continuación nuestras películas favoritas del 2020:
JAKE COYLE
1. “First Cow”: Cualquier dulzura de la vida en la radiante fábula fronteriza de Kelly Reichardt es tanto fugaz como eterna. Desarrollada en el territorio de Oregon en la década de 1820, es el retrato de una amistad creada, como debe ser, con amabilidad y productos horneados. El duro paisaje del oeste donde se encuentran dos pobres viajeros (interpretados por John Magaro y Orion Lee) sugiere una crítica al capitalismo como el drama sobre la economía moderna de Ken Loach “Sorry We Missed You”. Pero la ternura entre ellos, a pesar de todos, difícilmente podría sentirse más adecuada para los tiempos.
2. “Small Axe”: Son cinco películas, no una, pero pero me costaría trabajo separar la antología de Steve McQueen tanto como “El decálogo”. Funciona mejor como un todo, como un ciclo sobre el racismo y la resistencia a lo largo de dos décadas de historia de Londres. El segundo capítulo, “Lovers Rock”, resuena con gran potencia y es quizá la mejor película que se haya hecho sobre una fiesta casera.
3. “Mank”: Está deliciosamente llena de contradicciones. Una clara oda al viejo Hollywood, hecha para un servicio de streaming. Un drama anti-autor sobre las múltiples mentes que se requieren para hacer una película, ideada quizás por el que director más hábil y obsesivo de Estados Unidos. Dejando de lado su muy debatida historia, es simplemente una película que te sorprenderá, un estudio de personaje hermosamente atmosférico y maravillosamente actuado sobre un tipo que finalmente dio todo de sí — y resultó ser una de las mejores películas de todos los tiempos.
PUBLICIDAD
4. “Dick Johnson Is Dead” (“Descansa en paz, Dick Johnson”): Kirsten Johnson ha hecho dos películas como director, ambas obras maestras sobre la conexión humana. Tras su documental “Cameraperson”, su padre, Dick, comenzó a padecer demencia. Johnson decidió hacer una película al respecto, ensayando elaboradas escenas de muerte y rememorando entre ellas como una manera de pasar tiempo juntos y preservar algo de él en la película. Las dos cintas de Johnson invian a abrir los ojos al mundo que nos rodea, y a tomar una cámara.
5. “Minari”: La película autobiográfica de Lee Isaac Chung, ricamente detallada, es una historia clásica de inmigrantes y un drama familiar compasivo sobre sus padres coreanos inmigrantes (Steven Yeun, Yeri Han) tras mudarse a la Arkansas rural. Su calidez y su sutileza te van ganando lenta pero decididamente.
6. “David Byrne’s American Utopia”: Sus películas de ficción hacen más ruido, pero Spike Lee es uno de los mejores documentalistas que tenemos. Quizá hizo la mejor película del año con su corto “New York, New York”, un homenaje a una ciudad estoica asolada por la pandemia. Pero fuera de su apasionado drama sobre la guerra de Vietnam “Da 5 Bloods”, la película de Lee de un concierto de Byrne — una exuberante celebración de unidad a través del baile — encapsula mucho de los que ha estado fuera de nuestro alcance en 2020.
7. “Never Rarely Sometimes Always”: La película de Eliza Hittman sobre una joven de 17 años de Pensilvania (la debutante Sidney Flanigan) que tiene que viajar a Nueva York para un aborto es una cinta neorrealista desgarradora y a la vez delicadamente contenida. Trata sobre los obstáculos para el aborto en gran parte de Estados Unidos, pero también presenta un retrato vívido, a través de innumerables interacciones tensas, de lo que es ser una adolescente.
8. “Soul”: La más reciente película de Pete Docter para Pixar lleva los problemas existenciales a una película familiar maravillosa e inteligente que funciona maravillosamente para ver en una función doble con su “Inside Out” (“Intensa Mente”). También es un retrato glorioso de Harlem, una de las mejores películas sobre Nueva York en años.
9. “Collective”: Este agudo documental rumano, sobre la corrupción en el sistema sanitario del país, es uno de los dramas periodisticos más poderosos que podrás ver, a par de “All the President’s Men” (“Todos los hombres del presidente”). Y a diferencia de cualquier película que pueda recordar, cambia a la mitad pasa a examinar — después de que un equipo inesperado de reporteros expone la podredumbre — el cambio dentro del sistema, siguiendo los intentos de un infiltrado idealista por responder al trabajo de los periodistas.
10. “Sound of Metal”: La potente actuación de Riz Ahmed como un baterista punk adicto a la heroína que pierde en gran medida la audición lleva el ritmo de este drama a veces irregular y siempre impredecible sobre la recuperación y la autosuperación. En un año de distanciamiento social, las actuaciones intensas y poderosas como la de Ahmed (y la de Carrie Coon en “The Nest”) lograron borrar la distancia.
Menciones honoríficas: “The Nest”, “Nomadland”, “The Forty-Year-Old Version” (“Rapera a los 40”), “Promising Young Woman”, “Ma Rainey’s Black Bottom” (“La madre del blues”), “Let Them All Talk” (“Déjales hablar”), “The Dissident”, “Crip Camp: A Disability Revolution” (“Campamento extraordinario”), “Palm Springs”, “Borat Subsequent Moviefilm”.
LINDSEY BAHR
1. “Nomadland”: Hay un obstáculo inevitable y desafortunado cuando te topas con algo que ya tiene demasiados halagos, pero “Nomadland” de Chloe Zhao es esa rara obra que no sólo cumple las expectativas, sino que te hace olvidarlas. Es una oda dulce, humana y deslumbrantemente poética sobre personas en los márgenes de la sociedad estadounidense que eligen vivir sin un domicilio fijo en el oeste del país. Frances McDormand logra una interpretación tan viva y espontánea que se siente como si fuera de no ficción. Muchos quieren ser el próximo Terrence Malick; “Nomadland” demuestra que Zhao lo es.
2. “Kajillionaire”: Esta película de Miranda July también trata de personas en los márgenes, pero sus protagonistas no son exiliados de carretera. Los Dyne — Robert (Richard Jenkins), Theresa (Debra Winger) y Old Dolio (Evan Rachel Wood) — son estafadores abominables que se esconden a plena luz del sol en la ciudad de Los Angeles. Original y deslumbrantemente surrealista, te sorprenderá el golpe emocional de esta rara y adorable historia… y nunca volverás a ver un panqueque de la misma manera.
3. “Lovers Rock”: Todo lo que realmente debes saber es que “Lover’s Rock” es una vibrante fiesta de baile de 68 minutos dirigida por uno de los mejores cineastas vivos: Steve McQueen. Es sudorosa, brillante, embriagadora y, como todo buen invitado, no se queda más allá de lo necesario.
4. “Collective”: Es difícil recomendar algo que posiblemente enfurezca, en especial este año. Pero “Collective”, un abrasador documental rumano sobre las secuelas de un incendio mortal en un club nocturno de Bucarest, es demasiado buena e ilustradora para negarla.
5. “Mank”: Las películas sobre películas son un objetivo fácil para cualquiera que quiera criticar las tendencias de autocontemplación de Hollywood, pero “Mank”, sobre el hombre que casi no es reconocido por escribir “Citizen Kane” (“El ciudadano Kane”), hace algo diferente. Dirigida por David Fincher y escrita por su fallecido padre, Jack, esta película es nostálgica pero no empalagosa, reverente pero no ciega. Es una revisión elegante e irónica de un hombre que llegó a Hollywood para vender y terminó creando algo de lo que estaba orgulloso. Gary Oldman como el personaje principal, y Amanda Seyfried como Marion Davies, son espléndidos.
6. “On the Rocks” (“En las rocas”): La más reciente película de Sofia Coppola fluye con tanta facilidad, que podría parecer poco profunda. Pero rebosa de placeres en la superficie — me encantaría visitar los lugares más deslumbrantes de Manhattan con Bill Murray y Rashida Jones en un convertible, con caviar y champán — también es una obra con un poder sutil. Es un tratado accesible, amable y maravillosamente adulto sobre hombres y mujeres en la más inesperada de las envolturas: una comedia de padre e hija.
7. “Tenet”: Fue una de las únicas películas que vi en la gran pantalla este año, tras pasar los primeros meses en licencia por maternidad y el resto encerrada debido a la pandemia. Aunque es difícil separarla de la simple experiencia de estar en un cine, no hubo una película más emocionante, glamorosa y puramente cinematográfica en 2020.
8. “Never Rarely Sometimes Always”: Una de las películas más discretas y a la vez más devastadoras sobre la experiencia apabullante de existir en el cuerpo de una adolescente, especialmente para una chica que vive en la Pensilvania rural y necesita un aborto. Para la directora Eliza Hittman, “Never Rarely Sometimes Always” es un ejercicio tremendo de estado de ánimo y una hermosa demostración de talentos emergentes.
9. “Promising Young Woman”: Una película atrevida y desordenada sobre una mujer atrevida y desordenada (Carey Mulligan) que ha renunciado a su vida para convertirse en una especie de justiciera del #MeToo, obligando a ver a extraños y enemigos que no hay zonas grises en lo que a conducta sexual inapropiada se refiere. La obra rosa chicle de la guionista y directora Emerald Fennell (quien también interpreta a Camilla Parker-Bowles en “The Crown”) es estridente, seductora y original, sin reservas. Mulligan, por su parte, es magnífica como Bo Burnham.
10. “Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga”: Ninguna película me hizo reir este año más que “Eurovision”, una comedia absurda sobre un dúo islandés pop (Will Ferrell y Rachel McAdams). Sus canciones y chistes todavía hacen eco en mi cabeza seis meses después de haberla visto (en el buen sentido).