Las relaciones en la mansión West-Kardashian no andaban muy bien antes de la cuarentena y al parecer las cosas han empeorado con el encierro familiar. Y es que Kim Kardashian no se siente muy a gusto por cómo su marido Kanye ha estado comportándose estos días.
La pareja se ha convertido en una más del montón que ha enfrentado diferencias durante el confinamiento, pues las labores del hogar y la atención a los hijos están agobiando a la celebridad.
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Así lo reveló una fuente relacionada a la familia al diario Us Weekly, quien asegura que los problemas están tan álgidos que hasta están pensando en el divorcio.
La razón aparente se debe a que la famosa se ha sentido agobiada con la atención y cuidado que exigen sus cuatros hijos y el rapero no ha sido muy colaborador en ello.
Por el contrario, Kanye está concentrado en su próximo álbum, según indicó el medio, por lo que no tiene tiempo para dedicárselo a sus hijos.
“Todos los días, a toda hora, Kim y Kanye están discutiendo sin parar durante esta pandemia”, comentó la fuente en reseña de Quién.
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Sin embargo, han logrado una especie de acuerdo y es vivir separados en la misma mansión para así evitar que hasta los niños presencien sus diferencias. Ante las presiones de Kim, Kanye se ha ido a pasar unos días a su rancho en Wyoming con los hijos, para poder darle espacio y descanso a la socialité.
Las cosas ya venían mal entre Kim Kardashian y su esposo
Las múltiples responsabilidades que maneja Kim la han tenido muy estresada en los últimos meses. Dividirse entre ser mamá de cuatro niños, estudiar leyes, ser empresaria, cumplir con los compromisos sociales, asistir a las grabaciones del programa “Keeping Up With The Kardashian” y mantener su relación marital no es tarea fácil.
Además de ello, Kanye ha tenido varios desplantes con la hija de Kris Jenner que lo dejaron muy mal parado. A nadie se le podrá olvidar el momento público más incómodo que vivió la pareja un par de meses atrás, cuando asistió al homenaje a Kobe Bryant.
En el momento en que las cámaras se enfocaron en Kim Kardashian, ella muy dulcemente sonrió y quiso darle un tierno beso a Kanye pero él se quedó paralizado mirando a la cámara de manera muy seria. Ella lo miró asombrada al ver que su esposo no reaccionó ni volteó a verla por lo que, para no quedarse con el beso en la boca, se lo dio en la mejilla.
Claramente, ese no era el mejor momento del matrimonio, que presume de ser uno de los más estables de Hollywood. Sin embargo, el idilio al parecer ha llegado a su fin.