Después de que Victoria’s Secret cancelara definitivamente el famoso y tan esperado show anual, la marca se vuelve a encontrar en un torbellino mediático.
The New York Times publicó que, al menos 30 personas que trabajaron con en la empresa, confesaron que Ed Razek, ex CEO de la famosa firma de lencería, acosó a más de una modelo. Además, el fundador de la marca, Leslie Wexner, también fue señalado por tener un comportamiento inapropiado con las chicas.
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De acuerdo con el reportaje, uno de los más recientes acosos fue realizado en un show de 2018 cuando Bella Hadid se ajustaba su ropa interior y Razek, desde un sofá, le dijo: “Olvídate de las bragas”.
Además según testigos, Ed trato de besar a varias modelos e incluso les pidió que se sentaran en sus rodillas y puso su mano sobre la entrepierna de una chica que estaba a punto de desfilar.
El texto también menciona el caso de Andi Muise, quien en 2007 rechazó las insinuaciones de Razek, quien la invitó a cenar, intentó besarla y la acosó con correos electrónicos subidos de tono, cuando ella sólo tenía 19 años.
Model Alliance, una organización que aboga por la protección de modelos, envió el miércoles una carta al director ejecutivo de Victoria’s Secret, John Mehas, calificando de “totalmente inaceptable” lo que describió como falta de acción de la firma para proteger a las mujeres del abuso. Está firmado por más de 100 personas, en su mayoría modelos, incluidas estrellas como Christy Turlington Burns y Edie Campbell.
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Modelos y ejecutivas fueron acosadas e intimidadas durante décadas debido a una “cultura arraigada de misoginia” en la cadena de lencería, propiedad de L Brands Inc., según una investigación de New York Times publicada el pasado fin de semana.
“El tiempo de escuchar ya pasó”, escribieron en la carta. “Es hora de que Victoria’s Secret tome medidas para proteger a las personas de las que se benefician. Las violaciones de los derechos humanos no se detienen con un ejercicio de cambio de marca corporativo”.
Así respondieron ante acusaciones
Victoria’s Secret dejó “extremadamente claro”, según la carta, que no tomaría en serio las acusaciones y que la gerencia no tomaría medidas concretas para abordar el problema. En cambio, la compañía le dijo al grupo que el negocio está “en el proceso de continuar aprendiendo y escuchando”.
