El príncipe Harry no ha dudado en sincerarse una vez más, y esta vez de forma muy pública, ya que ha participado en unas jornadas sobre salud mental, sobre la trágica muerte de su madre, la princesa Diana de Gales, en un accidente de tráfico ocurrido en la ciudad de París en el verano de 1997.
A la hora de describir las secuelas emocionales que, incluso a día de hoy, se desprenden de semejante deceso, el también duque de Sussex no ha dudado en comparar su trauma con una especie de herida que no deja de infectarse.
Y el hecho de haberse convertido en uno de los miembros más queridos de la familia real británica, como ya lo fuera su madre tiempo atrás, no deja de ser un doloroso recordatorio de su pérdida. Video: AP.
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