CIUDAD DE MÉXICO — “Roma” de Alfonso Cuarón arrasó el lunes con 10 Premios Ariel, cerrando un ciclo que la llevó a recibir desde el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia hasta el premio Oscar a la mejor cinta en lengua extranjera. En una noche marcada por la presencia femenina, recibió entre otros honores los de mejor película, dirección y coactriz femenina, para Marina de Tavira.
El cineasta no pudo estar presente en la premiación “por motivos familiares ineludibles”, como dijo en un video, el cual fue presentado tras anunciarse que ganó la categoría de edición.
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“Me da una enorme tristeza no poder estar con ustedes esta noche que cierra el círculo de ‘Roma’. Me siento honrado que esto suceda en el marco de la entrega de los Premios Ariel que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas”, dijo Cuarón. “Me siento profundamente conmovido, agradecido y orgulloso de pertenecer a una comunidad que es reconocida en el mundo por su inmensa fraternidad, diversidad, solidaridad y generosidad”.
La activista por los derechos de las trabajadoras domésticas Marcelina Bautista, fundadora del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar, recibió el premio a la mejor dirección en nombre de Cuarón y reconoció la influencia que tuvo la cinta, basada en los recuerdos de infancia del director y la vida de su niñera, para lograr que la Suprema Corte de Justicia garantizara los derechos laborales de 2,4 millones de empleadas y empleados domésticos en el país.
“La película visibilizó a las trabajadoras del hogar en México, ha creado una enorme conciencia de aquellas personas invisibles pero indispensables en la vida de muchas personas”, dijo Bautista. “Gracias a ‘Roma’, que influyó muchísimo en este tema”.
Cuarón también se llevó el premio a la mejor fotografía y el mejor guion original, el segundo de los cuales fue recogido por su hermano Carlos, quien se lo dedicó a su nana Liboria.
“‘Roma’ es su historia y es la historia de tantas mujeres de este país y de este planeta, es un hermoso espejo que Libo nos regaló y que Alfonso supo ejecutar de una manera magistral. Muchas gracias Libo, sé que estás por acá, te lo doy (el premio) en el recreo”, dijo Carlos Cuarón.
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De Tavira, premiada por su aclamado papel de madre y esposa abandonada, le dedicó su estatuilla “a todas las mujeres que han tenido que enfrentar la maternidad solas”.
La actriz nominada a un Oscar subió al escenario con un traje blanco drapeado y un pañuelo rojo del flamante movimiento #YaEsHora”, por la igualdad de género en el cine mexicano, que al igual que ella lucieron muchas de las asistentes femeninas en la alfombra roja y más tarde en la gala.
“Los invito a que todos y todas fortalezcamos las paternidades y creamos espacios en los que nuestros hijos no se sientan obligados a asumir conductas de violencia o de imposición de poder para afirmar su masculinidad porque ya es hora”, dijo De Tavira.
Los otros premios para “Roma” fueron a sus efectos especiales, efectos visuales, sonido y dirección de arte.
“Las niñas bien” y su recreación de la élite mexicana en medio de una crisis económica a comienzos de la década de 1980 también cosechó varios premios, con el Ariel a la mejor actriz para su protagonista Ilse Salas, además de vestuario, maquillaje y música original.
“De repente la filmación de ‘Las niñas bien’ era como una comunidad feminista, y funcionaba muy bien. Nadie me corrió por estar embarazada. Nadie se quejaba porque me iba a amamantar durante el rodaje”, dijo Salas, quien al igual que De Tavira lució el pañuelo rojo de #YaEshora amarrado alrededor de su muñeca. “Tenemos un montón de historias que contar y las queremos contar nosotras porque ya hemos oído el punto de vista de los caballeros muchas veces. Y ha sido fantástico, pero queremos contar ahora las nuestras. ¡Ya es hora!”
El Ariel al mejor actor fue para Noé Hernández, quien no estuvo presente, por “Ocho de cada diez”. El director de la cinta, Sergio Umansky Brener, recibió el premio en su nombre y pidió justicia al recordar que en México ocho de cada diez asesinatos no son investigados.
Leonardo Ortizgris se llevó el honor a la mejor coactuación masculina por “Museo”, la cinta de Alonso Ruizpalacios sobre un robo millonario de piezas prehispánicas en la que dio vida al amigo y secuaz del personaje protagónico de Gael García Bernal. Y Benny Emmanuel obtuvo el de revelación actoral por “De la infancia”, un filme que realizó en el 2010 y que puso como ejemplo de las dificultades que puede tener una película mexicana para conseguir distribución.
La directora Lila Avilés, otra de las cineastas con pañuelos de #YaEsHora atados en la muñeca, se llevó el premio a mejor ópera prima por “La camarista”, una tragicomedia sobre el duro y a veces excéntrico trabajo de una empleada de hotel.
El Ariel de Oro a la trayectoria se otorgó a tres grandes figuras del cine local: el sonidista argentino Nerio Barberis, la guionista mexicana Paz Alicia Garciadiego y el actor y productor mexicano Héctor Bonilla.
En una semblanza proyectada antes de que le entregaran el reconocimiento, Bonilla (“Rojo Amanecer”, “Los hijos de Sánchez”, “El bulto”) señaló que tiene cáncer y al subir al escenario se veía con poco pelo pero muy buen ánimo. Fiel a su humor ácido, comentó sobre el cambio de sede de la premiación, que por primera vez se celebró en la Cineteca Nacional de México.
“Este galardón soñé con recibirlo en Bellas Artes, pero después de que vino el apóstol de la luz a bendecir al palacio, qué bueno que no me tocó”, dijo en referencia a un escándalo reciente por una gala en Bellas Artes con la presencia del líder religioso Naasón Joaquín García, acusado de abuso de menores en Estados Unidos. “Yo creo que el paso a la Cineteca es maravilloso. La Cineteca es la casa de los que hacemos el cine, aquí se debe hacer el Ariel para siempre pienso yo”.
Garciadiego se emocionó al notar que su premio a la trayectoria era el primero para un guionista: “Para ese gremio tan injustamente relegado y tan enormemente importante”, dijo la escritora de cintas como “Mentiras piadosas” y “La calle de la amargura”.
Barberis, en tanto, señaló que en la actualidad miles de personas buscan un país que los acoja como lo recibió México a él durante la última dictadura militar argentina.
“Gracias querido México, gracias por haberme recibido”, expresó. “Hay que pensar eso para estos que están desesperados buscando su nueva patria”.
Entre otros reconocimientos, “Ana y Bruno” de Carlos Carrera ganó mejor largometraje de animación, y Alberto Arnaut mejor largometraje documental por “Hasta los dientes”, sobre dos jóvenes asesinados por error por el ejército mexicano. El realizador dedicó su galardón a las madres de desaparecidos.
El premio a la mejor película iberoamericana fue para la colombiana “Pájaros de verano”, dirigida por Cristina Gallego y Ciro Guerra, sobre la llegada del narcotráfico a una comunidad de indígenas wayuu.
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