El 19 de diciembre se estrenó en Estados Unidos Titanic. La película, que muchos auguraban que sería el mayor fracaso en la historia del cine terminó convirtiéndose en la cinta con la mayor recaudación de la historia y en un evento que trascendió las barreras del séptimo arte.
Su exhibición provocó largas filas en las salas, los noticiarios realizaban amplias coberturas al filme y los llantos se apoderaron de los espectadores que quedaban devastados al ver cómo finalizaba la historia de amor de Rose y Jack.
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La pareja, interpretada por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, se robó los corazones de millones de personas y muchos soñaban con que los actores trasladaran a la vida real su romance. Sin embargo, si nació una linda relación entre ambos: hasta el día de hoy son grandes amigos.
Pero volviendo a la película, todo lo que se ve en la pantalla tiene tintes de épico: la ambientación, el hundimiento del trasatlántico, los efectos especiales, la canción de Celine Dion que escuchábamos al menos tres veces al día durante esa época y la gloriosa noche de James Cameron en los Oscar, en donde vio como la cinta de la que todos se burlaban de él por lanzarse al vacío se coronaba en los premios de la Academia al llevarse 11 estatuillas doradas, récord absoluto que comparte con Ben-Hur y El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey.
La polémica
Sin embargo, pese a que en teoría el clímax de la obra debería ser la caída del Titanic, el momento que despertó los gritos, sollozos y llantos fue la muerte de Jack.
Ambos sobrevivían a duras penas y había un tablón flotando. Rose se sube y cuando él lo hace, pareciera que este se hunde. Mucho peso. Así que él, como un verdadero galán de cine, se baja y muere congelado en las frías aguas, salvándole la vida a ella. Y de paso, logrando la inmortalidad.
Desde el día del estreno que esta escena generó polémica, la cual se mantiene hasta hoy y que ha llevado incluso a universidades y científicos a analizar concienzudamente todo: ¿Pudo Rose salvarle la vida a Jack?
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¿Pudo?
El 2012 el programa “Cazadores de mito” debatió esta situación y su conclusión fue clara: si pudo. Los presentadores Adam Savage y Jamie Hyneman se subieron en pleno océano en una tabla con las mismas medidas y lograron permanecer 63 minutos sobre ella, el tiempo que se demoraron los rescatistas en llegar a salvar al personaje de Kate Winslet.
“Creo que la muerte de Jack fue innecesaria” y “hemos de decir que esa situación era posible. Jack y Rose podían haber sobrevivido”, fueron las dos respuestas que dieron los animadores del espacio.
El 2017 en tanto tres investigadores de la escuela Westminster en la ciudad australiana de Adelaide utilizaron fórmulas matemáticas y llegaron a la misma conclusión.
“Hicimos muchas pruebas y tuvimos que jugar con diferentes materiales para ver qué materiales eran realistas para ese momento”, señaló una de las autoras del estudio, Abigail Wicks.
Y justamente lograron demostrar que ambos habrían sobrevivido si realizaban un simple truco: poner sus chalecos salvavidas debajo de la tabla. Así habrían flotado hasta ser rescatados.
¿Por qué murió al final Jack?
Hasta la propia Kate Winslet se sumó a las voces que creen que su novio en la pantalla debió sobrevivir. Ese mismo año en el programa “The Late Show” con Stephen Colbert, aseguró que ambos podrían haber estado sobre el madero. “Vamos cariño, hay espacio para dos”, sostuvo la actriz.
Pero la muerte de Jack era fija y daba lo mismo prácticamente si la tabla era de mayor o menor tamaño, ya que todo se basó en una decisión creativa de James Cameron, el director y guionista.
“El filme logró hacer de Jack alguien tan querible para la audiencia, que a todos les dolió verlo morir. En caso de haber vivido, el final no hubiera tenido sentido. La película trata sobre la muerte y la separación, él tenía que morir. Así que de una u otra manera iba a ahogarse. A esto se le dice arte, y las cosas pasan por razones artísticas, no físicas”, afirmó a Vanity Fair durante el vigésimo aniversario de la cinta.
“Obviamente fue una decisión artística… que si la tabla era lo suficientemente grande para aguantarla a ella pero no lo suficiente para sostenerlo a él, en fin”, resaltó.
Por último, envío un mensaje a todos quienes todavía siguen discutiendo esta situación: “Creo que es un poco tonto que sigamos manteniendo este debate veinte años después”. Y tiene razón, él ya dio vuelta la página y sigue ganando millones, pero ahora gracias a Avatar y sus anunciadas secuelas.