Este fin de semana el Príncipe Harry asistió con su esposa, la modelo, actriz y ahora Duquesa de Sussex, Meghan Markle, a la boda de uno de sus mejores amigos de vida, Charlie Van Straubenzee, donde además era padrino. El evento trascurrió según lo planificado. Con la llegada de Meghan y Harry, los fotografos y paparazzis enloquecieron y todos los invitados se sintieron como verdaderos miembros de la familia real.
Pero justo con la salida de Harry, un pequeño pero gran detalle fue capturado. Uno de los zapatos del Príncipe y Duque de Sussex, tenía un gran orifico en la suela, cosa que deja mucho que desear de Harry y de su imagen personal, pues debido a su rango, nunca debería estar ni mal vestido ni mucho menos con ropa o calzado defectuosos. Esto, por regla real es un requisito indispensable, pues todos los miembros de la familia real son vistos como ejemplo por la ciudadanía.
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Ahora bien, también nos pone a analizar el rol de Meghan Markle, pues parece que su esposa no está pendiente de este tipo de cosas. Ella siempre está arreglada con costosas firmas de moda, pero Harry siempre queda en segundo plano. Esperemos que esto no se vuelva una costumbre.