Más allá de practicarse en un espacio geográfico determinado, la cultura es algo que se lleva consigo a dondequiera que uno va.
Con esto en mente, un grupo de boricuas radicados en Washington D.C. llevaron una práctica muy puertorriqueña para enseñarla tanto a sus compatriotas que viven en la capital federal, como a personas de diferentes partes del mundo.
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Sergio Rosario y Gabriella Ponce se conocieron en el Batey -espacio donde se baila bomba- y fue allí, viéndose lejos de su tierra, donde decidieron mantener viva la tradición de esta música por lo que desarrollaron el grupo Proyecto Piquete, donde imparten clases de baile, percusión, así como la historia oral de esta costumbre.
“Todo surge pensando en que hay que tener el espacio donde nosotros podamos transmitir la enseñanza que nos transmitieron a nosotros”, planteó Rosario, quien aunque ha tenido conexión con la música desde niño, desde sus 15 años practica la bomba.
Contaron que la primera vez que ofrecieron una clase, hace ya casi un año, llegaron más personas de las esperadas, lo que sintieron como una señal de que el Proyecto rendiría frutos. De ahí atienden aproximadamente cada sábado un promedio de 15 a 20 personas por clase de baile, y cerca de diez en percusión, donde además de boricuas hay estadounidenses, brasileños, dominicanos, africanos, turcos, colombianos, entre otros.
“Cuando hablamos de la cultura es como un estilo de vida y uno enseña su cultura en todos los lugares que uno va, representando, así que es algo que llevamos con nosotros”, expuso Rosario, quien en su diario vivir es empleado del gobierno en Washington D. C.
El grupo, además de ofrecer clases, también ha realizado charlas, visitan escuelas y cada ciertas ocasiones al mes celebran “bombazos” con el fin de que los estudiantes pongan en práctica lo aprendido, así como para darse a conocer. “Vamos mucho a las escuelas cuando son las semanas culturales. Vamos y enseñamos lo que hacemos, inclusive, esa es nuestra mejor oportunidad de poder invitarlos a que vengan a nuestras clases”, explicó Ponce. También han realizado fusiones culturales con amigos de otros países, por ejemplo, recientemente se unieron a un grupo de mexicanos y combinaron en una fiesta la cultura de Puerto Rico con la de México.
Por otro lado, a raíz del huracán María, también hicieron actividades de recaudación de fondos y “llegó tanta gente que llenamos como seis carros con suministros para enviarlos a Puerto Rico, con un anuncio que fue de la nada y con poco tiempo”.
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¿Cómo surge Proyecto Piquete?
Rosario conoció a Ponce y desde el primer día tuvieron la intención directa de replicar la cultura de la bomba en la capital federal, en busca de extender las tradiciones más allá de la frontera de la isla. “Tenía la inquietud de la educación. Si uno va a un bombazo, a un show, ¿dónde la gente va a tener un espacio para aprender eso que ven? Ya llevaba tiempo con la inquietud de hacer la agrupación y entonces conocí a Gabby en un bombazo, que yo estaba tocando un subidor-tambor que marca los pasos del bailador- y ella salió a bailar y no la conocía, nos conocimos en el batey y tan pronto terminamos de tocar me le acerqué”, recordó Rosario.
Los primeros estudiantes fueron sus propias parejas Josué Cortés, esposo de Ponce, y Lynmarie Rivera, esposa de Rosario, quienes ya han perfeccionado sus prácticas y son miembros oficiales del grupo, cuyo lema es “Pide piquete”, a quienes también se suman algunos estudiantes. “Somos el experimento del grupo, yo no sabía nada de bomba cuando conocí a Sergio, pero me interesé desde que empezamos a hablar y cuando comenzó el proyecto nunca había bailado bomba en mi vida así que soy la estudiante número 1 de Gabby”, contó Rivera. Por su parte, el esposo de Gabriella se ha perfeccionado en tocar varios instrumentos de la bomba.
Expanden sus raíces
Un aspecto positivo de llevar su cultura fuera de la extensión territorial de la isla es que más personas conocen de Puerto Rico, mientras, aquellos que se fueron lo ven como un proceso de fomentar sus costumbres y mantener su identidad como boricuas.
Rosario explicó que incluso fue más accesible crear el grupo fuera de la isla ya que en Washington no hay un gran número de personas que practique bomba, a diferencia de Puerto Rico, donde existen múltiples grupos. “Estamos en un área donde hay diversidad cultural y la gente no conoce la bomba”, detalló el profesional de la bomba. Mientras que Ponce narró que una de las anécdotas que ocurre a menudo es la típica expresión de ’tengo dos pies izquierdos’, por parte de estudiantes nuevos, a lo que ella responde: “yo digo que la bomba es lo que nace del corazón y el sentimiento que uno puede expresar hacia afuera, así que no importa si uno tiene dos pies izquierdos siempre sales bailando y siempre se aprende algo”.