La entrega del Oscar la amas o la odias…o mejor dicho amas odiarla. El propio concepto despierta muchas opiniones en torno a lo que es bueno y lo que no. Esa cabalgata de alfombras rojas y sonrisas falsas parecen desaparecer el verdadero significado detrás del arte de hacer cine.
Pero si bien ese odio se ha generado de una critica superficial sobre la calidad del film, este año se vio elevado por algo más allá de si una película merece la nominación o no. Hoy, no sólo es juicio de calidad de vestuario, guión o interpretación sino un cuestionamiento hacia la igualdad y el respeto hacia lo que “no encaja” en los estándares de calidad de Hollywood.
En esta ocasión, le tocó a la actriz mexicana Salma Hayek presentar un segmento que incumbe a todos los que sueñan con el cambio.
Salma Hayek ha luchado en muchos sentidos, no sólo por ser mexicana, inmigrante en los Estados Unidos, sino también por ser mujer.
TE RECOMENDAMOS EN VIDEO
This browser does not support the video element.