La entrega del Oscar la amas o la odias…o mejor dicho amas odiarla. El propio concepto despierta muchas opiniones en torno a lo que es bueno y lo que no. Esa cabalgata de alfombras rojas y sonrisas falsas parecen desaparecer el verdadero significado detrás del arte de hacer cine.
Pero si bien ese odio se ha generado de una critica superficial sobre la calidad del film, este año se vio elevado por algo más allá de si una película merece la nominación o no. Hoy, no sólo es juicio de calidad de vestuario, guión o interpretación sino un cuestionamiento hacia la igualdad y el respeto hacia lo que “no encaja” en los estándares de calidad de Hollywood.
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En esta ocasión, le tocó a la actriz mexicana Salma Hayek presentar un segmento que incumbe a todos los que sueñan con el cambio.
“Nuestras voces, unidas en un poderoso coro que dice: se acabó”, dijo.
Salma Hayek ha luchado en muchos sentidos, no sólo por ser mexicana, inmigrante en los Estados Unidos, sino también por ser mujer.
“En esta noche de aniversario número 90 cuando celebramos sus laicos debemos de ver hacia adelante Se sigan expandiendo las posibilidades Eso es lo que nos prometio este año. Así que como pueden ver, les pedimos que nos acompañen mientras vemos a algunas de estas pioneras. La películas que me encantan han sido escritas por mujeres. Queremos que esta voz se expanda, que este movimiento continúe 90 años más. Salma: Esta es la posibilidad de no seguir siendo parte del ‘status quo’. Este es el momento”