Hizo reír a varias generaciones con sus personajes de “Ramoneta Cienfuegos”, “Armando Galán y Figura”, “Camellito” y “Policarpio”, pero al comediante y libretista Israel “Shorty” Castro le tocó partir, dejando un legado incalculable.
“El Gigante de la Comedia” falleció hoy, lunes, a los 89 años.
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La salud del artista, que usaba un marcapasos, comenzó a afectarse en 2015, pero el año pasado se complicó por lo que fue hospitalizado por meses debido una operación para removerle una obstrucción intestinal.
Trascendió que su salud lo obligó a salir del País tras el paso del devastador huracán María.
Jorge Montañez Castro, nieto de “Shorty”, divulgó un vídeo el año pasado en Facebook en el que pedía oración por el comediante y daba a conocer su delicado cuadro clínico.
“Oremos más por el gigante y sigamos hacia adelante, ‘Shorty’ Castro está en una situación difícil, delicada, está débil. No se sabe qué va a pasar. Con esto lo digo todo, no se sabe qué va a pasar”, publicó Montañez Castro.
Este era uno de sus personajes más conocidos:
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El artista, de cuatro pies y 11 pulgadas de estatura, nació y se crió en el barrio La Quinta en Mayagüez, donde comenzó su carrera como conguero y cantante de orquestas tropicales.
Según la biografía del artista publicada en el portal de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, la primera oportunidad en televisión de “Shorty” surgió a mediados de los años 50 cuando fue invitado a tocar las congas con el grupo Los Pájaros Locos en el programa “La taberna India” junto al recordado Ramón del Rivero (Diplo).
Mientras se preparaba para su actuación ocurrió la muerte de Diplo y su participación en el espacio no se hizo realidad.
“Shorty” se trasladó a la ciudad de Nueva York, donde realizó un programa especial junto a Myrta Silva y Bobby Capó.
El espectáculo, producido por Víctor Alonso, le dio la oportunidad a Shorty Castro de mostrar su talento para la música y la
comedia.
Perteneció, además, a varias agrupaciones tropicales como las de William Manzano, Roberto Ortiz, Fiesta, Mingo y sus Whopee Kids y la Happy Hills, hasta que Tommy Muñiz lo invitó a presentarse nuevamente en “La taberna India” junto a Cortijo y su Combo.
Muñiz ofreció una plaza a “Shorty” como utilero en su taller de espectáculos y de ahí dio el salto a la comedia.
En su nueva faceta, participó en los programas “Desafiando a los genios” -espacio de comedia donde nació su personaje de “Ramoneta Cienfuegos de la O”- y “Hogar dulce hogar”, interpretando a “Napoleoncito”, el novio de la criada de la casa “Ana María”, encarnada por la inolvidable Carmen Belén Richardson.
Castro formó parte de los elencos de programas como “La criada malcriada” junto a Velda González y “Jajá, jijí, jojó con Agrelot”.
El comediante es recordado por sus personajes de “”Armando Galán y Figura”, “El Conde de París”, “Don Caledonio”, “Panchito Zapata y Correa”, “Camellito” y “Medio Metro”.
“Shorty” laboró libretista en los programas “Toñito and Company” y “A reírse con Yoyo”.
Agregó la Fundación Nacional para Cultura Popular que en 1969, Shorty se integró al exitoso programa “Esto no tiene nombre”, donde además de interpretar varios personajes, escribió y colaboró con Jacobo Morales en la dirección artística.
En el teatro Boulevard en Nueva York, el artista realizó un espectáculo de variedades junto a la actriz Velda González y el cantante Hugo Leonel Vaccaro.
A mediados de los ’80, el actor trabajó en los programas “Los Kakukómicos” y “Operación ja, já”, en los que mostró su veteranía.
“Shorty” fungió como locutor de un programa radial para la estación 108 FM.
En la década del ’90 el también compositor de temas como “Pa’ los caborrojeños”, “Raíces”, “Jóvenes y mayores” y “Por dos pulgadas”, se desempeñó en la dirección de las comedias “El kiosko Budweiser”, “Entrando por la cocina” y algunas secciones del espectáculo teatral vodevil “Amor en La Hamaca, parte II”.
En Univisión Puerto Rico, Castro hizo apariciones esporádicas en los desaparecidos programas “Enemigos íntimos” y “Qué suerte que es domingo”.