Los estragos del huracán María no han sido impedimento para que los boricuas desarrollen su espíritu navideño y fomenten la cultura puertorriqueña.
Así se evidenció en la Feria Navideña “Iluminando la Esperanza” que celebró ayer la Autoridad de Edificios Públicos (AEP) y reunió a cientos de personas en la Plaza del Centro Gubernamental Minillas.
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Decenas de familias llegaron desde temprano al lugar en busca de respirar un aire diferente y adentrarse a la época navideña luego de lo que sufrieron tras el paso del fenómeno atmosférico hace más de 70 días.
“María nos devastó, pero no nos aniquiló”, dijo a Metro Iris Córdova, acompañada por su esposo, Gregorio Acevedo, quienes llegaron desde Manatí a la actividad.
Córdova y Acevedo contaron que son maestros retirados y se dedican a acudir a actividades alrededor de la isla los fines de semana para hacer turismo interno. Relataron que con el evento querían sentir la época navideña y la cultura puertorriqueña, para así comenzar a echar a un lado los problemas con los que lidiaron, entre ellos, falta de servicios básicos, escombros y las frustraciones vividas por el huracán.
En la actividad los ciudadanos compraron artesanías, pascuas, alimentos en los foodtrucks, y disfrutaron del Circo Fest, la Banda Municipal de Guaynabo, Karis, Orquesta Son de Cristo y los Hermanos Sanabria como preámbulo a la época navideña. Al evento también llegó una batucada con el director de la AEP, Amílcar González, quien indicó que la Feria se continuará celebrando.
Impulso a los artesanos
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Durante el evento se le ofrecieron espacios gratuitos a los artesanos, lo que según contaron representó una oportunidad económica favorecedora tras el huracán.
“Ha sido muy buena la Feria. Se han movido las ventas y es una buena oportunidad ahora que los artesanos prácticamente nos quedamos sin trabajo”, detalló Beatriz Rodríguez, quien confecciona joyería con cocos. Manifestó que “es importante que nos den estos espacios para echar adelante, ahora que muchos eventos están pendientes si se dan o no por el huracán”.
Con ella coincidió Ana Torres, quien confecciona arte en aguja, sostuvo que esta es la primera actividad a la que asiste tras el huracán, ya que tras María “no hay taller para los artesanos”.
Ambas señalaron que el evento sirvió de impulso económico para lidiar con los estragos del huracán.