Hace unos años, Juan Pablo ‘Juanpi’ Díaz se encontraba en un chinchorro con amistades, pensando en lo que ha sido y en lo que será su trabajo musical. Pasaba revista de lo que fue su primera producción musical ‘Díaz’, un disco que comenzó a trabajar cuando tenía 23 años de edad y lo acabó cuando tenía 30, y que le abrió la puerta a lo que ahora más atesora: una propia identidad musical y artística.
“Entonces, viene un pana mío y me dice, de buena onda, en son de broma pero medio en serio: ‘Chico, pero es que pa’ mí, tú das más mensajes en tus estados de Facebook que en tus canciones’. Y eso, dentro de la broma, me chocó, porque yo pensaba con ‘Díaz’, abordaba de cierta forma eso”, recuerda.
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Es que en aquel primer disco, Díaz acepta que “hice varias radiografías sobre lo que yo sentía con respecto a lo que para mí es Puerto Rico y el mundo, como por ejemplo en temas como ‘Las calles de mi ciudad’”.
Pero todo – según nos dijo el también actor y comediante – “era más a lo macro”.
“Entonces, ya con Fase Dos, como me sentía mucho más cómodo musicalmente, me concentré bastante en contar las historias que yo quería contar. En hablar por ejemplo de la cuestión del exilio, con la canción ‘Aquí o allá’ o de la codicia, con ‘El Poderoso Caballero’. En mis historias pa’ contar”, agregó el cantante.
El tema ‘De Efectos y Causas’, por ejemplo, que lo escribí durante una semana en la que hubo tres ataques terroristas alrededor del mundo. Creo que en este disco logré traer aquel sentimiento macro al micro, a lo que uno siente y piensa más directamente, creo que logré profundizar más”, apuntó.
Ese trato más centralizado de los temas sociales en sus letras se combinó con una comodidad musical que de repente encontraba.
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“Creo que para mí, Fase 2 fue un salto cuántico con respecto a la producción”, confesó, recordando que “en ese primer disco yo quería hacer algo bien brutal, algo así co mo el Sgt Pepper de Los Beattles”.
“Como era muy joven, tenía una pretensión muy grande, aunque empecé haciéndolo como si fuese un demo. Tenía esta cuestión del linaje bien presente, quería salirme de las sombras”, subrayó, reconociendo que si buen puede que abra una que otra puerta, el hecho de ser hijo de la actriz Magaly Carrasquillo y del animador y cantante Rafael José también lo pone en una posición difícil a la hora de encontrar su identidad artística.
Ya a la hora de meterse a hacer su segundo disco, Díaz puntualizó que “me sentía mucho más maduro”. En la producción, logró trabajar con eminencias como Luis García, otrora director musical de Cheo Feliciano, quien le proveyó el sonido que buscaba para temas como ‘Son de las Malas Compañías’ y ‘Canten’.
“Encontré ese sonido de ‘salsa sinfonica’, o salsa con cuerdas. Me tomé ese riesgo de trabajar con muchos músicos, de dejarme llevar más por instrumentos orgánicos. Eso sí, al igual que el primero, esté disco lo grabé con la filosofía de que sería mi último disco. Y eso, creo que me pone en un sitio arriesgado, por más cómodo que me sienta”, articuló.
Esos riesgos, empero, le consiguió una nominación en la categoría de Mejor Álbum de Salsa. El novato Díaz, de Puerto Rico, se medirá en el cuadrilátero de Las Vegas a veteranos como Rubén Blades, con su ‘Big Band Salsa’; al colombiano Alberto Barros, con ‘Tributo a la Salsa Colombiana #7’; al cubano Alain Pérez, y su disco ADN; y al boricua Isidro Infante, productor que realizó el proyecto ‘Isidro Infante presenta Cuba y Puerto Rico: Un abrazo musical salsero’.
“¿Qué te puedo decir? Yo soy el ‘rookie’. Pero yo sé que tengo un gran disco. Yo voy a mi”, dijo a través del teléfono, sin evitar que se le escapase una risa.
Oye, ¿y María, no te ha inspirado a hacer música?, le preguntó Metro Puerto Rico, en obvia alusión al perverso huracán categoría 5 que hace casi dos meses apabulló al archipiélago borincano.
“Mi conflicto principal con todo esto es que quiero estar bien consciente de qué historia quisiera contar, porque es bien fácil caer en el cliché y hacer un álbum de conceptos sobre todo esto”, arguyó.
“Al otro día de María, yo tomé una guitarra y grabé un vídeo con una canción de desahogo y la subí con lo que me quedaba de batería y señal en mi móvil. Pero todo esto, a pesar de que es inmenso, produce mucha música que puede caer en el cliché. De hecho, yo aún estoy procesando todo esto, además que, acá nosotros seguimos cogiendo palos.
Tranquilo, ‘Juanpi’. Una generación joven, hambrienta y luchadora, de puertorriqueños y puertorriqueñas, estará pendiente de cómo te irá esta semana allá, en la epítome de opulencia, Las Vegas.
Es que, luego de tanto viento huracanado, tanto susurro de violencia y tanto ruido de catástrofe, el triunfo de su música sería el triunfo de muchos. El ‘rookie’ anda con to’ un pueblo.