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Tom Petty fue un clasicista del rock desde el inicio

Murió ayer, lunes a sus 66 años

Tom Petty

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NUEVA YORK — Dada la chaqueta de cuero y mueca que Tom Petty lució en la portada de su álbum debut en 1976, muchos asumieron que era uno de esos punks insolentes decididos a derribar los muros del rock ’n’ roll. No lo era.

Petty y su banda, The Heartbreakers, no carecían de energía y actitud, pero el chico de Gainesville, Florida, era un clasicista del rock hasta la médula, y creó un cuerpo de trabajo en homenaje a sus héroes de la música.

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Ese debut contuvo canciones que pasaron la prueba del tiempo, como la serpenteante “Breakdown” y “American Girl”, que recordaba tanto a The Byrds que confundió al líder de esa banda. “¿Cuándo grabé yo eso?”, recordó Roger McGuinn que pensó la primera vez que la escuchó.

Apenas una semana antes de su muerte el lunes por la noche tras sufrir un ataque cardiaco, Petty y los Heartbreakers terminaron una triunfal gira por su 40to aniversario en su adoptivo sur de California. Sus composiciones constituyeron una discografía tan fuerte que no pudo incluir todos sus éxitos. “The Waiting”, ’’Listen to Her Heart”, ’’Here Comes My Girl”, ’’Refugee”, ’’You Got Lucky”, ’’Don’t Do Me Like That”, ’’Even the Losers”, ’’Don’t Come Around Here No More” y más, todas favoritas del público.

Era un rock ’n’ roll melódico construido con las sólidas estructuras de sus temas predilectos de los años 60. Petty tenía una sonrisa pícara y una pronunciación lenta y juguetona, y en sus conciertos levantaba los brazos para dirigir tanto a su banda como a los miles de fans que cantaban desde la audiencia.

“’Estrella del rock and roll’ es probablemente la más pura manifestación del sueño americano”, dijo Petty en el 2002 al ser incorporado al Salón de la Fama del Rock and Roll. “Es una bendición increíble”.

Mientras Petty y su banda interpretaban “Mary Jane’s Last Dance” y “American Girl” ante un estirado público, sus hijas se pararon a bailar.

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The Heartbreakers se mantuvo, junto a la E Street Band de Bruce Springsteen, como una de las bandas de respaldo más grandes de todos los tiempos. Pero Petty no hacía concesiones: esa noche declaró, usando un improperio, que los Heartbreakers no era solo una de las mejores bandas estadounidenses, era LA mejor.

Poder pararse en el escenario junto al guitarrista Mike Campbell y al tecladista Benmont Tench lo hacían la envidia de muchos cantantes. Aun así, dos periodos clave de su carrera se produjeron sin los Heartbreakers.

“Full Moon Fever”, el primer álbum de Petty en solitario, de 1989, es considerado el ápice de su trayectoria. Junto al productor Jeff Lynne, Petty creó un sonido más limpio y los clásicos “Runnin’ Down a Dream”, ’’I Won’t Back Down” y, más indeleblemente, “Free Fallin'”.

La canción habla de “una chica buena, loca por Elvis, que adora los caballos y a su novio, también”. Y el narrador admite, “yo soy un chico malo, porque ni siquiera la extraño. Soy un chico malo por romperle el corazón”. Tenía sus propios problemas.

Petty también fue miembro del supergrupo temporal Traveling Wilburys, con George Harrison, Roy Orbison, Bob Dylan y Lynne. Reunidos por Harrison para grabar un sencillo de lado B, “Handle With Care”, los músicos pronto se dieron cuenta de que la canción, y su sonido, era demasiado bueno como para dejarlo hasta ahí. Fue como una noche de fiesta en Hollywood: un grupo de leyendas del rock sacaron sus guitarras, se sirvieron algunos tragos, quizás más, e intercambiaron líneas entre ellos.

“Fue un regalo que recibí y no sé lo que significa”, dijo Petty en una entrevista en el 2009 con The Associated Press. “Johnny Cash una vez me dijo que era ‘un trabajo noble’. Y yo dije, ’¿en serio?’ Y él dijo, ’bueno, hace a mucha gente feliz’. … Y es verdad. Hace a mucha gente feliz. Uno puede perder eso de vista. La gente se me acerca en la calle y me cuenta cómo una canción jugó un papel en su vida o cómo los ayudó a pasar por momentos difíciles o esto y aquello y yo solo pienso, ’caray, de eso se trata'”.

El camino de Petty, como el de todo el mundo, no siempre fue fácil. El biógrafo Warren Zanes reveló en un libro que Petty cayó en una adicción a la heroína en los años 90. Recientemente el músico le dijo a Rolling Stone que su uso de una bandera confederada mientras promovía un álbum en los 80, “Southern Accents”, fue una decisión estúpida de la que se arrepentía. También sintió frustración cuando el paso del tiempo lo sacó de la luz pública cuando de hecho la merecía: el álbum de 2014 “Hypnotic Eye” era excelente, pero el mundo pop había trascendido.

El pasado diciembre, cuando estaba a punto de embarcarse en la gira de aniversario, Petty dijo a Rolling Stone que probablemente sería su última gran gira con los Heartbreakers. Tenía una nieta con la que quería pasar más tiempo.

Fue fácil desestimarlo entonces, pues eran demasiado buenos y no tan viejos. Su viejo amigo Dylan tiene 76 años y está constantemente de gira.

Tristemente, Petty resultó estar en lo cierto.

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