NUEVA YORK – Escribir programas de televisión basados en Washington siempre ha sido un desafío. Sea representando la noble geopolítica de “Madam Secretary”, las fechorías de “House of Cards”, las arriesgadas torpezas de “Veep” o el azote del terrorismo en “Homeland”, los guionistas siempre han tenido el reto de mantenerse actuales pero creativos, sin cruzar la línea de la inverosimilitud.
Pero desde que Donald Trump se convirtió en presidente de Estados Unidos, el drama de la vida real constantemente amenaza con superar hasta las mejores ideas de un escritor.
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Los guionistas de “Homeland” de Showtime ya están planificando la próxima temporada, “y todos los días el panorama cambia”, dice Alex Gansa, uno de los creadores y productores ejecutivos del thriller de espionaje protagonizado por Claire Danes. “Es muy difícil seguir el ritmo”.
“Estamos en un momento extremadamente inusual”, añadió, “y a veces se siente como si nada de lo que dramatizamos en ‘Homeland’ puede ser tan aterrador como lo que está sucediendo en el mundo real”.
Melissa James Gibson es una de las productoras de “House of Cards” de Netflix, en la que Kevin Spacey da vida a un presidente despiadado.
“Es cierto que nos estamos encontrando con una nueva especie de osadía en la vida real”, dijo de la era de Trump. “Creo que genera un impulso enfermizo — ‘¿Qué va a hacer hoy?’ — en el que buscamos para nuestro drama en el presidente de la vida real, como si ESE fuera el espectáculo”.
“Estoy muy celoso”, bromeó David Mandel, uno de los hacedores de la sátira política de HBO “Veep”, en la que Julia Louis-Dreyfus hace de una expresidenta plagada por sus metidas de pata. “Trabajamos muy duro en nuestros guiones. Ellos parecen ser mejores en este trabajo”.
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“Madam Secretary” de CBS sigue las exigencias que enfrenta Elizabeth McCord, la secretaria de estado estadounidense interpretada por Tea Leoni, para lograr el equilibrio entre trabajo y familia.
Cuando la serie comenzó hace tres temporadas, “queríamos mostrar un gobierno donde la gente todavía valoraba las opiniones de los demás y las cosas todavía se hacían”, dijo la productora ejecutiva Lori McCreary. Ahora, con la creciente brecha política, ve más que nunca la serie como “una versión a aspirar … y, espero, un necesitado descanso de toda la locura en las noticias”.
Tratar de anticipar las relaciones extranjeras de la vida real para alimentar la narrativa se ha vuelto cada vez más difícil en la era de Trump, dice la productora ejecutiva y creadora de “Madam Secretary”, Barbara Hall.
“En el pasado, tomábamos eventos de actualidad y tratábamos de proyectarlos hacia el futuro”, explicó. “Ahora, en algunos casos, tenemos que decidir simplemente que la serie ES nuestro mundo. Entonces creamos nuestras propias reglas”.
En el capítulo final de su más reciente temporada, la secretaria McCord buscó ayuda de naciones de la OTAN para apaciguar un estallido internacional.
Cuando Hall estaba escribiendo el guion hace unos meses, estaba muy consciente de que la OTAN era un tema delicado con Trump, que la llamó “obsoleta” como candidato.
“Pero no había forma de saber dónde acabaría”, dijo Hall. “Terminamos haciendo un episodio que explicaba la historia de la OTAN y para qué era, con nuestro gobierno apoyándola”.
Entonces, por casualidad, el final transmitido en mayo coincidió con la visita de Trump a Bruselas. Aun cuando en ese momento el mandatario había cambiado su postura hacia la organización, causó un revuelo diplomático al regañar a otros miembros de la OTAN, y pareció empujar al primer ministro de Montenegro a ponerse en un sitio prominente para una foto.
“Madam Secretary” no es la única serie donde la ficción y la realidad se cruzaron de manera sorpresiva.
En “Veep”, el mes pasado, la desventurada expresidenta Selina Meyer viajó a Catar. Ahí, al hablar en una conferencia árabe sobre derechos humanos, sucumbió a la presión política y trató de disimular la opresión a las mujeres que planeaba condenar.
El mismo día en que se transmitió ese episodio, Trump viajó a Arabia Saudita, donde elogió los progresos de ese país en relación con el empoderamiento de las mujeres que, como más de un comentarista observó, no pueden manejar o salir de casa sin que las escolte un hombre.
“Eso es algo que uno no puede planear”, dijo el guionista de “Veep” sobre la armoniosa convergencia.
“Veep” no previó que Trump llegaría a la presidencia. Pero Mandel dijo que, hace un par de años, la serie adoptó una estrategia fortuita para mantenerse fresca: Meyer sería destituida, y mostrarían su vida postpresidencial de una manera humorística.
“Homeland” tampoco anticipó el triunfo de Trump. La preparación de los guiones para su sexta temporada, que concluyó en abril, comenzaron un año antes con un nuevo presidente ficticio en mente: una mujer.