Por: Lucía Hernández
¿Cómo mantienes el show fresco?
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—Por las participantes. Ellas son realmente el alma del programa. Ellas con su energía y su frescura son las que han mantenido el show vigente todo este tiempo.
Es muy interesante conocerlas porque muchas de ellas vienen de pequeños pueblos, de vivir sus propias batallas y de demostrar que pueden vivir bajo sus propios términos.
—Entonces, cuando llegan al show, ya son superhéroes, y eso es lo que las hace especiales ante mis ojos. Por supuesto, después de eso viene lo que yo llamo su muerte y renacimiento, porque empezarán a hacer cosas que no habían hecho antes y es cuando les llega su punto de ruptura.
¿Recuerdas alguna historia en particular?
—Sí, en esta octava temporada Kim Chi, la queen de Corea habló de sus problemas de una forma muy graciosa, actuándolos y eso fue un gran momento. Ahora tenemos muchas queens que son estrellas de Internet, o sea que saben de maquillaje, de vestuario, pero no tienen experiencia en pasarela, actuación o presentaciones en vivo; entonces verlas evolucionar hacia ser artistas más completas es muy divertido.
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La comunidad LGBT sigue enfrentando batallas. ¿Cuál es la que más te preocupa?
—La misma que enfrenta todo ser humano, que no es un derecho gay, sino un derecho humano y es por lo que debemos levantarnos todos. Más allá de las leyes y las legislaciones, debemos descubrir que tenemos más en común con todos de lo que creemos. Creo que el mayor mal entendido de los seres humanos es creer que estamos separados unos de los otros o que somos diferentes unos de otros. Somos una sola entidad, y eso lo olvida la gente con mucha facilidad, y eso es lo que lastima mi corazón.
Y hablando de las leyes, ¿hay algún cambio que crees que se necesita urgentemente?
—Muchas cosas. Pero debo ir al paso de la gente del planeta y hablar de la experiencia humana y de que no estamos separados. Cuando era un niño de 12 años, me sentía como un extraterrestre porque nadie hablaba de los verdaderos problemas. La gente se pierde en los detalles y se olvida que el verdadero propósito de las leyes es explicar lo que significa ser humano en este planeta, las responsabilidades de ello, cómo vivir en armonía con los otros. Y me parece muy raro e hipócrita de la cultura humana que nos diga que unas personas pueden hacer otras cosas y otros no. Que nos diga que si eres hombre puedes hacer una cosa y si eres mujer otra, o si eres blanco o negro o de una religión o de otra.
Ahora que hablas de separaciones, también las hay en nacionalidades y hay quienes nos quieren poner hasta un muro…
—Sí, justamente. Pero ya que hablamos del muro, debo decirte que ese es un muro emocional. Los medios hablan de un muro que quizá suceda y que solo responde una vez más al ego de unos por sentir que porque viven de un lado son mejores de los del otro lado y no es así. A los 13 años me hice una promesa y eso es que nunca me uniría a la “Matrix”, que siempre vería el mundo a través de la perspectiva que no comprometiera lo que hay en mi corazón. Hay una frase que me gusta que dice: “Nunca te tomes el Kool-Aid”, y es que nunca creas los conceptos de otros sin cuestionarlos.
¿Cómo mantienes esa claridad mental? ¿Practicas meditación?
—Manteniéndome fiel a lo que hay en mi corazón y sí, se logra a través de la práctica de la meditación. Hay que tomarse siempre el tiempo de encontrar el balance y la claridad en todo lo que se esté viviendo. Y no te creas, también me pierdo, también paso por momentos de confusión, pero el punto es siempre regresar al centro, mediante una forma compasiva, pero siempre regresar.
RuPaul Drag Race cada vez se ha vuelto más popular. ¿A qué crees que se deba?
—El show empezó en una cadena muy pequeña que se llama LOGO y nos cambiamos a VH1, que llega a 93 millones de hogares, mientras que LOGO solo llega a 26 millones, pues es un canal que solo se puede ver en los paquetes más caros de televisión de paga. Además, también es un reflejo que las mentes más jóvenes tienen una visión de la sexualidad mucho más abierta, ya no piensan las cosas como una u otra opción, sino como una gama de posibilidades donde no están peleadas unas con otras.
¿Cuál es el mensaje que te gustaría transmitir a esas mentes más jóvenes?
—Aprender a amarte a ti mismo es lo más importante que puedes hacer en tu vida. Aprende lo que eres, lo que te hace feliz, lo que te hace moverte, lo que te motiva a levantarte de la cama y persíguelo. A mí lo que me motiva es el amor, la risa, la belleza, la danza, la actuación. Descubrir esas motivaciones personales es lo que nos hace ser humanos.