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Jimmy Kimmel habla de aterradora cirugía de su recién nacido

William John fue operado de corazón abierto.

Jimmy Kimmel Jimmy Kimmel Baby

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LOS ANGELES – Al borde de las lágrimas, Jimmy Kimmel convirtió el monólogo de su programa en un emotivo recuento de la operación a corazón abierto de su hijo recién nacido, y una solicitud para que todas las familias estadounidenses reciban la atención médica que merecen.

“Es una historia escalofriante y antes de que comience, quiero que sepan que tiene un final feliz”, aseguró Kimmel el lunes en la noche en el estudio del programa “Jimmy Kimmel Live” de la ABC al detallar cómo el nacimiento de su hijo el 21 de abril se tornó de pronto en un evento aterrador.

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Varias horas después de que su esposa Molly diera a luz a William John, una enfermera “muy atenta” en el Centro Médico Cedars-Sinai alertó a la pareja y los médicos que el bebé tenía un tono purpúreo y un aparente soplo en el corazón, dijo el presentador.

La falta de oxígeno del bebé se debía a un problema pulmonar o a una cardiopatía, dijo Kimmel, y los doctores hallaron que se trataba de un problema con el corazón.

“Fue muy aterrador”, expresó. Estaba rodeado en el hospital por personas que lucían muy angustiadas, “como ahora”, dijo al público presente en uno de los pocos chistes que logró pese a las varias pausas que tuvo que tomar.

Una prueba mostró que su hijo tenía un defecto congénito llamado tetralogía de Fallot con atresia pulmonar: un hoyo en la pared que separa el lado derecho del corazón del izquierdo y una válvula pulmonar bloqueada, explicó Kimmel. El bebé, apodado Billy, fue trasladado en ambulancia al Hospital de Niños de Los Ángeles para someterse a una operación de la válvula.

“Fueron las tres horas más largas de mi vida”, dijo Kimmel.

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Billy tendrá otra operación a corazón abierto dentro de los próximos seis meses para reparar el agujero y entonces un tercer procedimiento cuando sea adolescente, pero fue dado de alta seis días después de la cirugía y “está muy bien”, dijo Kimmel, quien compartió fotos en las que aparece con su esposa, su hija de 2 años Jane y un sonriente Billy.

Tras agradecerles a las enfermeras, los médicos y el personal de ambos hospitales, así como a colegas y amigos — “Hasta ese (palabrota) Matt Damon mandó flores”, dijo Kimmel de su ficticio rival — el comediante pronunció un apasionado discurso sobre asistencia sanitaria.

Criticó los propuestos recortes del presidente Donald Trump a los Institutos Nacionales de Salud y elogió al Congreso por llamar en vez a un mayor financiamiento.

“Si el bebé de uno va a morir y no tiene por qué, no debería importar cuánto dinero uno gana. … Sea uno republicano, demócrata u otra cosa, todos estamos de acuerdo, ¿no?”, dijo Kimmel.

Los políticos de Washington que discuten el tema de asistencia sanitaria deben “entender esto muy claro”, señaló. Las riñas entre partidos no deberían dividir a los estadounidenses sobre algo que “toda persona decente quiere. Debemos cuidarnos unos a los otros”.

Kimmel dijo que se tomaría el resto de la semana libre para estar con su familia mientras anfitriones invitados tomar su lugar en el programa.

El lunes estuvo acompañado por el Dr. Mehmet Oz, que inicialmente estaba programado como invitado pero que saltó a ofrecer una descripción ilustrada del problema cardiaco de Billy Kimmel. También asistió, a solicitud de Kimmel, el esquiador de snowboard y medallista olímpico Shaun White, quien habló de cómo superó el mismo defecto cardiaco del hijo de presentador.

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