Director: Jordan Vogt-Roberts
Elenco: Tom Hiddleston, Samuel L. Jackson, Brie Larson
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Duración: 120 minutos
Clasificación: PG-13
La última vez que vimos a King Kong en la pantalla grande fue hace 12 años de la mano del responsable de la saga de The Lord of the Rings, Peter Jackson.
En aquella ocasión, la extensión de casi tres horas del filme y la limitada presencia del primate provocó reacciones divididas en el público, mas no así en la crítica, que la resumió como una épica aventura que mantiene el espíritu del filme original de 1933.
Esta propuesta de Warner Bros., que estrena hoy en Puerto Rico, presenta al mítico gorila en los primeros minutos de la cinta y media hora más tarde lo tenemos en su primera de varias impresionantes secuencias de acción, algo inusual en cintas introductorias de personajes que dependen del uso del CGI para impresionar con las características visuales del personaje principal. Precisamente, el director Jordan Vogt-Roberts (The Kings of Summer) evita caer en este convencionalismo al desarrollar la historia a un ritmo acelerado insertando otros personajes que provocan que las secuencias de acción sean mejores que la anterior, aunque ya conozcamos de entrada al personaje principal.
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Esta renovada versión traslada la acción a 1973, cuando un grupo de científicos y exploradores, liderados por Bill Randa (John Goodman) y escoltados por un grupo militar comandado por Preston Packard (Samuel Jackson), que incluye a un exmilitar de las Fuerzas Aéreas Británicas (Tom Hiddleston), y una oportunista fotoperiodista de guerra (Brie Larson, en su segunda cinta luego de obtener el Óscar como mejor actriz en 2016 por la brillante Room), tienen como misión descubrir el misterio que oculta la remota isla en el Pacífico que da título a la cinta, donde habitan extrañas criaturas, incluyendo a nuestro protagonista titular. El joven director encontró una oportunidad de traer de regreso a King Kong en un entorno político social relevante justo cuando la guerra de Vietnam está llegando a su fin y EE. UU. está pasando por un momento histórico complicado, con una vigorizante puesta en escena que cautiva mientras divierte, contrastando con el sentimiento del contexto histórico de la cinta.
Otro acierto de Kong es la combinación eficaz entre la acción, los escenarios exóticos utilizados, entre los que destacan Hawái y Vietnam, y un elenco atractivo, sin descuidar la figura principal que con su imponente presencia se roba todas las escenas en las que participa y con su amenazante comportamiento solo pretende proteger su entorno, convirtiéndolo en un atípico héroe.
Una subtrama que adelanta la historia cuando el grupo se encuentra con un soldado varado en la isla interpretado por John C. Reilly, personaje que se convierte en el alivio cómico de la cinta, empuja la cinta en una dirección que aporta emocionalmente a la historia.
Tampoco el guion ignora la relación que se desarrolla entre el personaje femenino (Larson) y el gorila, explotada románticamente en las pasadas versiones, pero manejada en esta ocasión de forma creíble y con la intención de presentar la función defensora de algunos seres humanos hacia la naturaleza.
En fin, Kong: Skull Island es una excitante y explosiva propuesta que, aunque no presenta una premisa novedosa, sí lo hace de una forma visualmente refrescante. La cinta cuenta con una escena poscrédito que prepara el terreno para lo que pudiera ser un explosivo enfrentamiento entre King Kong y otra muy conocida criatura.