El novelista y cineasta William Peter Blatty, quien creó una historia de posesión demoniaca que le dio a millones el susto de sus vidas con la popular novela y película ganadora del Oscar “El exorcista”, murió a los 89 años.
Blatty falleció el jueves en un hospital de Bethesda, Maryland, donde vivía, dijo a The Associated Press su viuda, Julie Alicia Blatty. Falleció a causa de un mieloma múltiple, un tipo de cáncer de sangre, agregó.
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El autor se inspiró en un incidente ocurrido en un suburbio de Washington sobre el que había leído cuando estaba en la universidad para “El exorcista”, la cual fue publicada en 1971 y cuya película vio la luz dos años después. La historia de Blatty sobre una chica de 12 años controlada por fuerzas satánicas pasó más de un año en la lista de los libros de ficción más popular del New York Times y eventualmente vendió más de 10 millones de ejemplares. Pero alcanzó una audiencia mucho mayor gracias a la versión cinematográfica dirigida por William Friedkin, producida y escrita por Blatty y protagonizada por Linda Blair como la atormentada Regan.
“Q.E.P.D William Peter Blatty, quien escribió la gran novela de terror de nuestros tiempos”, tuiteó el viernes Stephen King. “Adiós viejo Bill”.
Incluso aquellos que pensaron que habían visto todo nunca habían conocido algo como “El exorcista”, y su vómito, sangre, dientes podridos, ojos endiablados y giro de cabeza, gracias al maestro del maquillaje y de los efectos especiales Dick Smith. A los admiradores no les importó que Vincent Canby del New York Times la declarara “un montón de elegantes disparates ocultistas”, o que el plató se quemara durante la producción. Estuvieron parados por horas en el invierno helado para el estreno y siguieron yendo a ver la película, con su impresionante música original creada por Mike Oldfield, “Tubular Bells”, que creaba un perturbador conjuro sobre el público aterrorizado.
De todo el mundo llegaban reportes de desmayos, vómito, convulsiones, personas atacando la pantalla y otras con rosarios. En Inglaterra un chico cometió un asesinato y culpó a “El exorcista”. El reverendo Billy Graham dijo que el mismo celuloide de la película era del diablo.
“Estaba parado en la parte trasera de un cine en Nueva York en la primera función de prensa de la película, demasiado nervioso como para sentarme”, dijo Blatty a IGN.com en el 2000. “Y en eso llegó una mujer que se levantó de la quinta o la sexta fila, una joven que comenzó a caminar lentamente por el pasillo. Tenía su mano en la cabeza y pude ver que sus labios se movían, cuando se acercó suficiente pude ver que decía ‘Jesús, Jesús, Jesús”’.
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Calificada como la película más aterradora de todos los tiempos por Entertainment Weekly, “El exorcista” recaudó 400 millones de dólares a nivel mundial y fue una de las más taquilleras de la época, sobre todo tratándose de una película no apta para niños. Los votantes de los Oscar también le confirieron un honor pocas veces alcanzado por una película de horror: “El exorcista” estuvo nominada a 10 premios de la academia y recibió dos, al mejor sonido y al mejor guion, el segundo fue para Blatty.
Las imitaciones, las parodias y las secuelas fueron inevitables como “Repossessed” de Leslie Nielsen; las cuatro películas subsecuentes de “El exorcista” (sólo una de ellas, “El exorcista III”, involucró a Blatty) y una versión de 2012 en el teatro Geffen Playhouse de Los Angeles.
“Cuando estaba escribiendo la novela pensé que sería una historia sobre un detective de lo sobrenatural, y hasta ahora no puedo recordar tener la intención de aterrorizar a nadie, lo que podrían tomar, supongo, como una admisión de mi fracaso a una escala casi increíble”, dijo Blatty a The Huffington Post en 2011.
Blatty regresó al escenario de “El exorcista” en “Legion”, que adaptó para “El exorcista III”. También revisó una novela de la década de 1960, “Twinkle, Twinkle, ‘Killer Kane” y la renombró como “The Ninth Configuration”, además de escribir y dirigir la versión cinematográfica de 1980 que le valió un Globo de Oro al mejor guion. En 2011, trabajó en una nueva escena para una reedición de la novela de 1971, que fue originalmente comprada por Bantam Books por 250.000 dólares, según reportes. Recientemente Fox anunció que reviviría la historia como una serie de televisión protagonizada por Geena Davis.
Blatty se casó cuatro veces y tuvo ocho hijos.
“Era absolutamente maravilloso, amable, generoso, lleno de fe y tuve la gran bendición de ser su esposa”, dijo Julie Blatty.
Era hijo de inmigrantes Libaneses, Blatty nació en Nueva York y recordaba una infancia con cuentas sin pagar y la evasión constante de caseros a los que les debían la renta. Estuvo becado en la secundaria jesuita Brooklyn Preparatory y se graduó con honores. Recibió otra beca para estudiar en la Universidad de Georgetown y obtuvo una maestría en literatura inglesa de la Universidad George Washington.
Como recordó en sus memorias “I’ll Tell Them I Remember You”, tuvo muchos caminos alternos antes de llegar a la cima. Vendió aspiradoras, condujo un camión de cerveza, rindió servicio en la Fuerza Aérea, trabajó para la extinta Agencia de Información de los Estados Unidos en Beirut, trató de publicar cuentos en la revista Collier’s sin éxito e hizo una audición para la cinta bíblica de Cecil B. DeMille “Los diez mandamientos”. Dijo que lo rechazaron porque sus ojos eran azules.
Durante gran parte de la década de 1960 hizo guiones, incluyendo las películas de Blake Edwards “A Shot in the Dark” y “What Did You Do In the War, Daddy?”. Para finales de esa década se encontraba en un estado de “desesperación financiera” y final comenzó una novela que había pensado por años. Recordaba un reporte del Washington Post de finales de los años 40: Un chico de Maryland de 14 años estaba supuestamente poseído, su estado según un representante de la Universidad de Duke que lo visitó era “el más impresionante ejemplo del fenómeno poltergeist que he conocido”.
“Al igual que muchos católicos he tenido que superar muchas pruebas de fe a lo largo de mi vida”, dijo a IGN.com. Blatty, quien afirmaba haber vivido numerosos eventos misteriosos mientras trabajaba en el libro.
“Cuando escuché sobre este caso y leí los detalles me parecía muy atractivo, pensé ‘por Dios, si alguien fuera a investigar esto y a validarlo qué impresionante afirmación de fe sería’, pensé, ‘Algún día me gustaría ver que esto ocurriera, me gustaría hacerlo”’.