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El Museo del Arte Malo (MOBA, por sus siglas en inglés) nació cuando un comerciante de antigüedades encontró una pintura horrible y la enmarcó. Desde entonces, se promociona el arte terriblemente malo y es un movimiento en todo el mundo.
Michael Frank, curador del museo, opina que el arte malo es abundante y muchos de los autores donan su obra para el museo, aunque hay algunos que sí se molestan.
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“Nunca somos irrespetuosos”, asegura el experto en arte feo. “La mayoría de los artistas están encantados de ser presentados”.
De acuerdo con Frank, la galería original fue en un teatro y ahora tienen una exposición en un centro de vida silvestre, en la oficina de un veterinario.
Además, poco a poco se convierte en un movimiento, ya que ahora hay dos lugares más en Australia y en Ohio, y en ambos le dan crédito.
