Solo basta con rodar el botón del dial por la banda FM y escuchará animadores con apodos tan curiosos como creativos.
El Búho Loco, El Molusco, El Coyote y, más reciente aún, El Lobo son algunos de los sobrenombres más comunes que la audiencia suele escuchar entre canción y canción, regularmente en estaciones de corte tropical.
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“Es como nuestro alterego”, dice Néstor Julio Rodríguez, mejor conocido como El Búho Loco, uno de los locutores con mayor tiempo en la radio que lleva un nombre de animal.
Rodríguez dijo a Metro que adoptó el nombre a mediados de 1983 cuando inició en el turno vespertino de Z-93.
“Cuando debuté en la radio en 1979 en Radio Musical el Súper 97 (ahora Nueva Vida), me había puesto el sobrenombre de Galán, Néstor Galán, pues siempre me gustaba vestir bien”.
Pero una vez inicia en Z-93, el locutor empieza a buscarse otro nombre. “Todos los locutores de la estación tenían un nombre de animal Tony Campos se apodaba El Tucán —por su gran nariz—; a Víctor Manuel le decían El Oso, y yo terminé poniéndome El Múcaro, porque hacía el turno de la madrugada. Éramos los animales de la música”, dice.
Añade que se apodó así hasta el día en que el mantenedor del Gufeo matutino, Moon Shadow (El Buitre), le dijo que su sobrenombre sonaba “muy rough al aire”, por lo que le recomendó que se llamara El Búho.
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“Como luego entré en el turno de 3:00 a 7:00 de la noche, mi apodo no coincidía con el horario, por lo que decidí añadirle la palabra loco en referencia al gran locutor Manuel Alfonso, El Loco Loco, quien se acababa de retirar”, dijo El Búho añadiendo que su apodo ha sido parte importante de su carrera.
El coanimador del espacio radial El despelote, Billy Fourquet, asegura que el uso de apodos en la radio obedece a un interés del locutor en conectar con su audiencia.
Afirma que la práctica de los sobrenombres se hizo muy común en los 80, ya que la mayoría de los locutores que iniciaron en esa época tenían nombres de peloteros.
Pone como ejemplo el caso del coanimador de El relajo de La X, Red Shadow, cuyo nombre de pila es Tomás Ramos,y del mantenedor de El bembé de Z-93, Frankie Jay, Jorge Luis Quiles.
“Con esos nombres les hubiese sido bien difícil pegar”, detalla Fourquet, quien lleva 33 años en la industria.
Asegura que los apodos de los locutores son bien importantes. “si no tienen un nombre memorable, como Alí Warrington, Eric Valcourt o Amós Morales. Son nombres raros que se recuerdan fácilmente. Amós no es un nombre común”, destaca Fourquet.
Hace hincapié en que los sobrenombres deben estar relacionados con el tipo de música que toca la estación donde trabajan y que, aunque no todas las emisoras tienen locutores con sobrenombres, hay algunas, como las de música romántica, que optan por cambiarles el nombre.
“Las estaciones de balada acostumbran a ponerles nombres de actores de novelas a sus locutores”, manifiesta, al tiempo que señala que, si trabajara en una estación así, posiblemente se apodara José Guillermo.
EL MOLUSCO
“El sobrenombre es un método que funciona”, dice el animador del programa El Goldo y la Pelúa de La Mega, Jorge Pabón, mejor conocido como El Molusco.
“Tú preguntas en la calle quién es Jorge Pabón y no te saben decir. Preguntas quién es El Molusco y rápido responden”, indica Pabón, quien afirma que en un principio su sobrenombre no le agradaba.
De acuerdo con El Molusco, su apodo surgió mientras hojeaba un shopper de una tienda por departamentos con féminas en ropa interior.
“Mi sobrenombre no me gustaba mucho, pero un día Billy Fourquet me dijo que lo usara porque Jorge Pabón era un nombre de pelotero”, destacó el locutor, quien incursionó en la industria a los 16 años.
EL LOBO
Otra de las figuras radiales que ingresa recientemente a la lista de locutores con sobrenombre es El Lobo. Su nombre original es Víctor Santiago y aseguró a Metro que se apodó así porque en la animación se identifica mucho con el animal.
“El nombre me surgió un día de luna llena y, aunque no lo podía utilizar en la estación en la que trabajaba en ese momento (Católica Radio en Ponce), decidí usarlo cuando entré a Z-93 el año pasado. Lo usé porque cuando estoy en el aire mi tono de voz es bien agresivo, como el de los lobos”, destacó Santiago, quien actualmente trabaja en la estación de merengue y bachata Ritmo 96.
La lista de locutores con sobrenombres de animales es larga. La estación la Nueva 94 tiene en sus filas a Jaime Ortiz, mejor conocido como El Coyote, quien es considerado como unos de los mayores propulsores del reguetón en Puerto Rico.
Así las cosas, el programa La perrera de Sal-Soul tiene un personaje de chismes —en la voz de Alí Warrington— apodado Toro del Bochinche, mientras que el programa mañanero El circo de La Mega posee un personaje similar, apodado el Güimo Investigador. El mismo es manejado por Antonio Sánchez, El Gánster.