“American Idol” enfrenta una duda de más de 36 millones de dólares: ¿el sueldo de los jueces súper estelares Mariah Carey, Nicki Minaj y Keith Urban pagará en los ratings?
Los jueces recién llegados al programa tienen un trabajo hecho a su medida, pueden ganar su sueldo con peleas escandalosas (como la que tuvieron Carey y Minaj) o descubriendo al nuevo cantante que cautivará a Estados Unidos. El programa de talentos, que cambió el panorama de la televisión cuando se estrenó en 2002, a pesar de tener un jurado mucho menos popular compuesto por Simon Cowell, Randy Jackson y Paula Abdul, necesita cualquier tipo de impulso, pues cada vez tiene menos público y más competencia.
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“The Voice” de NBC, uno de los programas nuevos, tuvo un éxito inmediato con un jurado compuesto por Christina Aguilera, Blake Shelton, Cee Lo Green y Adam Levine. Pero los famosos no garantizan que lo invertido se recupere, como lo demostró recientemente “The X Factor”.
Pero “American Idol”, que volverá a transmitirse el miércoles a las 8 p.m. (hora del este de Estados Unidos) con Ryan Seacrest, tiene que hacer escándalo porque se está volviendo un programa de televisión relativamente viejo con un público todavía considerable, pero en caída constante. La temporada pasada “Idol” dejó de ser el programa más visto de la televisión por primera vez desde 2003, y tuvo su temporada con la menor cantidad de espectadores desde que se estrenó a mediados de 2002.
Gastar sin miramientos funcionó para “Idol” antes, Jennifer López hizo que valiera la pena su sueldo de 12 millones de dólares al ayudar (con Steven Tyler) a impulsar el rating del programa en 2011. Lo cual hizo que la corta y poco brillante participación de Ellen DeGeneres como juez en 2010 quedara en el olvido. Como resultado, Carey está ganando cerca de 18 millones, Minaj 12 millones y Urban 6 millones por la temporada, según reportes. Sumado a eso está el pago para Jackson (de menos de 10 millones de dólares, según reportes). Pero podría ser dinero bien gastado para un programa que trata de hacer lo que dice su título: encontrar nuevas estrellas pop, y que debe mantener a los espectadores pegados a la tele.