La legión de guerreros, samuráis, duendes, elfos y personajes de diseños infantiles invadió la Ciudad del Rock atraída por un concurso de cosplay lanzado por los organizadores del festival de Río de Janeiro y en algunos casos ni están interesados en las atracciones musicales. El “cosplayer” o Costume Play (juego de disfraces) es el aficionado que no solo se disfraza lo mejor posible de algún personaje de un cómic, película, libro o vídeojuego sino que se esfuerza para asumir el papel y representarlo de la forma más natural. Los atraídos por el Rock in Río no solo divierten a los rockeros sino que llaman la atención de varios menores que acuden a los espectáculos con sus padres y son admirados por las centenas de aficionados que, antes de irse a los conciertos musicales, se encierran en los dos gimnasios que la organización equipó con diversos juegos electrónicos. El Rock in Río decidió seleccionar a varios cosplayers finalistas para eliminatorias que son realizadas diariamente en medio del festival y cuyos vencedores tendrán que enfrentarse el 24 de septiembre, en el último día del evento.El vencedor de la final se adjudica un vehículo nuevo y un cupo en el principal concurso brasileño de Cosplay.
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