El presidente y dueño de la franquicia local, John Brodersen confirmó hoy que la adquisición de la cadena no tendrá un efecto local inmediato y que el negocio continuará operando como de costumbre.
Durante el día de hoy trascendió que Restaurant Brands International Inc., dueño de Burger King y de la cadena canadiense de comida rápida Tim Hortons, estará adquiriendo a Popeyes Louisiana Kitchen mediante una transacción en efectivo de $1,800 millones ($1.8 billones). Se espera que el acuerdo concluya para el segundo trimestre del año.
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Como resultado de esta compra, la empresa Restaurant Brands originaria de Ontario, utilizará su alcance internacional para llevar el gusto cajún característico de Popeyes, particularmente su pollo frito, a nivel mundial.
“Continuaremos creciendo nuestros mercados y operando nuestro negocio como de costumbre. Nada relacionado con este cambio afectará nuestro día a día en los restaurantes ni nuestro ímpetu de crecimiento,” indicó Brodersen, propietario de trece Popeyes localmente, así como otros 60 restaurantes en otros cinco mercados de los Estados Unidos (Ohio, Michigan, Illinois, Wisconsin e Indiana).
Desde que abriera operaciones en el 2005, el ejecutivo ha invertido unos $26 millones a nivel local que generan ventas de unos $22 millones anuales y está planificando la apertura de unas tres a cuatro tiendas adicionales para el 2017 en Levittown, Plaza Las Américas (en negociaciones), Carolina y quizás otra en área metro. Estos nuevos establecimientos representan una inversión proyectada de $6 millones, lo que está a la par con la trayectoria reciente de la empresa de abrir unas tres a cuatro tiendas anualmente.
La tradición de Nueva Orleans que se refleja en su menú, así como la oferta de calidad y servicio de Popeyes, ha tenido gran acogida a nivel local logrando que la cadena rompiera dos récords en ventas semanales en las tiendas de Carolina y Mayagüez. Por otro lado, la tienda de Hatillo estrenada en el 2016, estuvo más de siete semanas logrando ventas de $100,000 semanalmente lo que representa el doble de las ventas de restaurantes similares de la cadena en América Latina y muchos restaurantes en Estados Unidos.
Popeyes se distingue por su sabor único al estilo de Nueva Orleans con un menú que incluye pollo picante, trozos de pollo (chicken tenders), mariscos y camarones fritos, así como arroz con habichuelas y otros manjares regionales. Es una marca de servicio rápido que se diferencia de la competencia con un sello distintivo por el sabor auténtico cajún de Luisiana y su tradición culinaria.
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En Puerto Rico, Popeyes opera trece tiendas ubicadas en Carolina, Ponce, Mayagüez (University Plaza y frente a Mayagüez Mall), Caguas, Santa Isabel, Trujillo Alto, Dorado, Hatillo, Cupey y Bayamón (Rexville y frente a Plaza del Sol). La decimotercera, que abriera sus puertas el pasado diciembre en Santurce, supone una inversión de $2 millones y continúa el más reciente formato estrenado a nivel nacional en Bayamón Plaza del Sol, con un concepto renovado de Popeyes más orientado a la familia y mucho más acogedor para el disfrute de los comensales. También es la primera tienda de la cadena con equipo que genera su propia energía mediante generadores con turbinas de propano.
“Estoy super emocionado por las oportunidades de crecimiento que supone la relación con estos compradores potenciales mientras nuestro compromiso con el mercado de Puerto Rico se mantiene intacto y nuestro producto / marca se expande internacionalmente,” concluyó Brodersen.