Joymarie Toro Bonnin pidió algo poco usual para su cumpleaños.
Cuando se acercaba la fecha y ante la típica pregunta de sus familiares sobre qué regalos pediría, la jovencita de los recién cumplidos doce años, pidió suministros.
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Luego de que vio en televisión la historia de varias familias que viven en casetas de acampar en Luquillo, Toro Bonnin, natural de Carolina, quedó conmovida por la situación que atraviesan esas personas y se identificó con una niña a la que ella misma le seleccionó algunos regalos.
La carolinense contó a Metro que junto a sus familiares recolectó salchichas, comida enlatada, jugos, agua, jamonilla, arroz y algunas cosas que tenía en su casa decidió regalárselas a esas familias.
La caridad proyectada por la jovencita es una de las tantas ayudas que ha permitido la subsistencia de la llamada “Comunidad La Fe” en Luquillo, nombre que le pusieron sus habitantes.
Han sido las ayudas que le brindan las personas y voluntarios lo que ha permitido que esas familias sigan adelante, según indicó a Metro Zdenek Yamil Rodríguez, uno de los primeros en llegar a la cancha a pasos de los kioscos donde ubicó una de las alrededor de ocho casetas de acampar. Rodríguez llegó al perder todas sus pertenencias y verse en la disyuntiva de no querer perder su trabajo, en uno de los kioscos.
A la comunidad se sumaron parejas que perdieron todo, una madre soltera, un joven que perdió su techo y hasta un hombre de Naguabo que sirve como voluntario.
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“Todo lo que hay aquí prácticamente todo ha sido donado. Todos los días, día tras día llegan a ayudarnos”, contó Rodríguez al reprochar que el gobierno no los ha ayudado de la misma manera.
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