Por una carretera de Villalba deberá ir en estos momentos una guagua tipo camper. Adentro va una robusta muestra del mejor talento teatral de Puerto Rico.
“Hoy nos presentamos en Coamo, Arroyo y Salinas y ahora buscamos donde quedarnos. Mañana tenemos función en Villalba”, le dice vía telefónica desde Salinas a Metro la productora Mariana Carbonell, mientras el actor Mickey Negrón maniobra el vehículo que les ha servido de hogar durante el pasado mes.
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En esa guagua-casa va el elenco de ‘¡Ay, María!’, una obra que realmente nace de la necesidad, tanto de parte de este grupo de teatreros como del público que tiene la oportunidad de verla. En esa misma guagua-casa el elenco de ‘¡Ay, María!’ llegaría a otros tres pueblos para realizar el día de hoy, 30 de noviembre, sus funciones número 60, 61 y 62.
“Arrancamos el 11 de noviembre y solamente hemos tenido un día libre, que fue para Thanksgiving”, explica Carbonell, aclarando que “la señal va y viene, por si se cae la llamada”.
Como todos habrán sentido, luego de que el huracán María despedazara Puerto Rico, el desempleo fue uno de los más duros efectos inmediatos. Y en el mundo del teatro se sintió duro, más cuando hay tanto que expresar ante la catástrofe.
Ante eso, Carbonell, con su casa productora Ipso Facto, hizo una convocatoria a varios actores y actrices que, más que nada, son sus panas, son sus compatriotas. La idea era descruzar brazos y poner en marcha un proyecto que sirviera de desahogo para ellos como artistas y, sobre todo, para el pueblo en penumbra.
El grupo de obreros del teatro que logró convocar fue impresionante: Cristina Soler, Marisa Gómez, José Eugenio Hernández, José Luis Gutiérrez, Bryan Villarini, Yan Collazo y Negrón, cuyos dotes de chofer también han sido útiles.
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“Esto ha sido un aliciente para nosotros porque todos los guisos que habían se le cayeron a todo el mundo. Teníamos que hacer algo”, expresó el polifacético Negrón, resaltando que en inicio se trata de “un proceso de creación colectiva que resultó ser una comedia”.
La dirección artística encuentra hogar en las mágicas manos de Maritza Pérez Otero, quien confesó que la vértebra del proceso creativo de la pieza “ha cambiado mucho desde que empezamos”.
“Estamos escuchando muchos testimonios y memorias. De repente los personajes tienen diálogos referente a lo que escuchamos de la gente. La obra ha cambiado ante las muchas impresiones que hemos ido recogiendo”, articuló Pérez Otero.
La pieza muestra vestigios de aquel teatro concienzudo y comunitario de Augusto Boal en Brasil y del teatro de guerrilla que en la década del sesenta y setenta se hizo popular gracias al ímpetu universitario. Y no es para menos, el teatro es una gran arma de crítica social y política y, en medio de una crisis como la que vive Puerto Rico luego del paso de María, hay mucho debate y desahogo que equilibrar. Así las cosas, la interacción con el público se ha tornado vital para el desenvolvimiento de ‘Ay, María’.
Al finalizar la función los actores siempre piden retroalimentación del público. “Lo primero que nos dicen es ‘ahora conozco a mis vecinos’”, resaltó Pérez Otero, y ese es un tema al que han hecho referencia.
“Creo que la gente de Puerto Rico está poniendo los pies en la tierra con respecto a como los tratan los gobiernos. Hay un mensaje político al final y la gente se impresiona. Nosotros también siempre preguntamos por cómo los tratan los alcaldes, el Gobierno central, FEMA. La mayoría de las veces nos dicen que se sienten abandonados. Mucha gente se ha dado cuenta de lo mal administrado que está y ha estado este país y creo que eso está excelente”, apuntó la artista.
La obra teatral de creación colectiva “¡Ay, María!” se presentará el 10 de diciembre frente al Capitolio. Su objetivo principal sigue siendo llegar a los 78 municipios.
Para ayudar con los gastos pueden pasar a su página de GoFundMe.com. (https://www.gofundme.com/aymaria). Además, para más detalles sobre los horario y lugares de las presentaciones puede acceder a Facebook, aymariaporfavor.
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