Los peloteros de las Grandes Ligas retiraron el lunes su propuesta que reclamaba una agencia libre más amplia y redujeron el monto de su oferta en la repartición de ingresos.
Previamente, los jugadores habían solicitado declararse agentes libres tras cinco años de servicis, con ciertas condiciones de edad, en lugar de los actuales seis.
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El gremio había que el monto de la repartición de ingresos fuera rebanado de de 100 millones de dólares anuales a unos 30 millones.
Una persona al tanto de las negociaciones describió a The Associated lo discutido en la sesión con la condición de no ser identificada debido a que las partes no formularon declaraciones inmediatamente.
Los negociadores de cada bando se encontraron en persona por primera vez desde el 1 de diciembre de 1995, el día que inició la primera paralización de actividades en el béisbol desde 1995. Tienen previsto verse otra vez el martes.
El veterano relevista Andrew Miller fue el único pelotero que participó en la reunión de dos horas.
Dick Monfort, dueño de los Rockies de Colorado y director de la comisión laboral, fue uno de los cuatro representantes de MLB que acudieron a las oficinas del sindicato de jugadores, poco antes de las 1 de la tarde. Estuvo acompañado por el subcomisionado Dan Halem, el vicepresidente ejecutivo Morgan Sword y el vicepresidente senior Patrick Houlihan.
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La contraoferta de los jugadores fue entregada 11 días después que los clubes presentaron una propuesta al sindicato al reiniciarse las negociaciones tras una pausa de 42 días.
Queda poco margen de maniobra para alcanzar un acuerdo y así poder iniciar a tiempo los entrenamientos de primavera, el 16 de febrero.
El primer día de la temporada regular, el 31 de marzo, también corre riesgo, debido a que los jugadores tendrían primero que reportarse con sus equipos, someterse a los protocolos de COVID-19 y cumplir al menos tres semanas de entrenamientos, incluyendo una cierta cantidad de juegos de exhibición.
Los jugadores no cobrarán salario hasta el inicio de la temporada regular y los dueños reciben un porcentaje mínimo de las ganancias durante el receso de invierno. Esos factores propician las condiciones para pocos avances en las negociaciones. La presión se haría sentir a mediados de febrero, cuando las pérdidas económicas son inminentes.
El noveno paro laboral de las Grandes Ligas comenzó el 2 de diciembre, inmediatamente después del vencimiento de un contrato colectivo que estuvo en vigencia durante cinco años.
Insatisfechos debido a que los salarios cayeron un 4%, quedando al nivel de 2015, los jugadores piden cambios significativos en la agencia libre y arbitraje salarial.
La parte patronal no quiere ceder nada en cuanto a la agencia libre, el arbitraje salarial o las redistribución de ganancias, pero presentaron la oferta más reciente en busca de reactivar las negociaciones.
Desde 1976, las Grandes Ligas requieren seis años de servicio para que un jugador se declare agente libre. Desde 2013, la elegibilidad para aspirar al arbitraje salarial ha sido de tres temporadas.
MLB propuso reemplazar los “Super Dos”, el 22% principal de aquellos con al menos dos campañas de servicio pero menos de tres con un gasto adicional para toda la clase dos-plus con base en el rendimiento.
Los jugadores también quieren que se reduzca el reparto de ganancias, lo cual quitaría dinero a los equipos de plazas pequeñas y le permitiría a los clubes de plazas más grandes retener un porcentaje mayor de efectivo, el cual se gastaría en salarios.
El tope para el impuesto de lujo fue de 210 millones de dólares en 2021 y MLB propuso incrementar el límite a 214 millones. Los jugadores han pedido incrementar el límite a 245 millones y eliminar las penalizaciones no gravadas.
Los equipos también quieren incrementar de 10 a 14 la cantidad de clubes en la postemporada. En cambio, los jugadores ofrecen 12.
Ambas partes han ofrecido la realización de una lotería para el draft para fomentar la competitividad, pero difieren en cuántos equipos deben incluir.
En la propuesta más reciente, los equipos ofrecieron dar respuesta a las preocupaciones del sindicato sobre la manipulación del tiempo de servicio por parte de los clubes.