Nico Ali Walsh contempló todo, desde un viejo boleto hasta una báscula. Estaba encantado con las reliquias de algunas de las figuras y funciones más grandes del boxeo.
Salvo por una imagen que muestra a su abuelo recibiendo un duro izquierdazo en la cabeza por parte de Joe Frazier.
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El nieto de Muhammad Ali siguió sus pasos en el boxeo. Y el sábado, lo emulará, al subir al cuadrilátero del Madison Square Garden, donde el grandioso púgil hizo de todo, desde librar la “Pelea del Siglo” hasta fungir como réferi invitado en el primer evento Wrestlemania de la lucha libre.
“Este lugar tiene un valor sentimental”, comentó Ali. “Si yo no estuviera relacionado con mi abuelo, estar aquí también sería algo superespecial, tan sólo por la historia. Pero por el hecho de que él peleó aquí y no he ido realmente a lugares así donde él haya estado, es algo más especial, y creo que mi familia pensará lo mismo cuando venga acá”.
Ali Walsh (2-0 con dos nocauts) peleará en lo que será la primera función de boxeo en el Madison Square Garden en dos años. La cartelera está encabezada por el combate en la división de los ligeros entre Vasiliy Lomachenko y Richard Commey.
Tras crecer en Las Vegas, Ali Walsh jamás había visitado Nueva York antes de esta semana. Pareció un turista más el miércoles, cuando inspeccionó el interior de la famosa arena.
Pero su nombre se mostraba en el recinto, justo como apareció tantas veces el de su abuelo o el de Laila Ali, hija del célebre púgil.
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“Jamás imaginé que esto ocurriría. Es asombroso, realmente especial”, dijo Ali Walsh. “Como dije, no sólo es especial porque soy boxeador y porque ésta es mi carrera, sino por razones sentimentales. Es aquí donde estuvo mi familia. Incluso mi tía peleó acá. Así que sólo continúo con la historia. Es un momento realmente especial”.
El teatro más pequeño dentro del Madison Square Garden ha albergado tres funciones boxísticas recientes, pero ésta es la primera en el recinto principal desde que la pandemia impidió o limitó el ingreso de aficionados a los eventos.
Los Knicks de Nueva York en el basquetbol y los Rangers en el hockey han regresado desde hace tiempo, lo mismo que los conciertos.
Ahora le ha llegado el turno al boxeo.
“Es fantástico simplemente tener de regreso a los fanáticos en este edificio para todos los eventos”, dijo Joel Fisher, vicepresidente ejecutivo de eventos y operaciones.
El ucraniano Lomachenko, dos veces campeón olímpico, ha atraído antes a multitudes al Garden. Sin embargo, las mayores peleas se realizan ahora en Las Vegas, a diferencia de lo que ocurría cuando Ali era el astro de este deporte.
Ali peleó ocho veces en la arena neoyorquina. Ganó esas peleas, salvo la primera con Frazier, el 8 de marzo de 1971. Frazier lo derribó en el 15to round y se impuso por decisión unánime para retener el título de los pesados y propinar al astro su primera derrota.
Con una camiseta que decía “Pelea del Siglo”, Ali Walsh recorrió la sede y dijo que le parecía difícil mirar la foto del poderoso golpe de Frazier que derribó a su abuelo. Sin embargo, destacó que algo bueno salió de aquella derrota, vengada por Ali en el Garden en 1974 antes de llevarse el tercer combate en Filipinas.
“Si él no hubiera perdido aquella pelea, si la hubiera ganado, no habríamos tenido la función de ‘Thrilla in Manila’. No habríamos tenido siquiera la segunda pelea con Frazier”, dijo Ali Walsh. “Así que todo ocurrió por una razón. Éstas fueron algunas de las peleas más grandes del boxeo, una de las mejores trilogías del boxeo”.
Ali Walsh, de 21 años, está muy lejos de lograr algo así. Se convirtió en profesional recién en agosto, y su pelea del sábado frente al mexicano Reyes Sánchez (6-0) está pactada a tan sólo cuatro asaltos.
El nieto de Ali solía mostrar videos de sus entrenamientos a su abuelo, fallecido en 2016. Ali le insistía en la importancia de moverse y bailar, parte de un arsenal que lo hizo destacarse de tantos púgiles que vinieron antes o después.
“Recuerdo que él decía que no echaría de menos al boxeo, sino que el boxeo lo echaría de menos a él. Y creo realmente que eso tiene sentido ahora que él se ha ido”, dijo Ali Walsh. “Su sombra se sigue proyectando sobre el deporte del boxeo, así que no sólo es que me comparen a mí con él por ser su nieto. A todos se les compara con él, porque él es el boxeo y causó un impacto muy grande en este deporte”.
Ali Walsh no se percataba de la magnitud de ese impacto cuando era niño. Le queda claro ahora, cuando el hijo de Rasheda Ali ha lanzado su propia carrera.
Algunos aficionados en la arena han coreado: “Ali”. Otros en casa han llorado por lo que el apellido evoca a sus propias familias.
“Ciertas personas me han dicho que vieron mi primera o mi segunda pelea con sus padres, quienes solían mirar las peleas de mi abuelo junto a sus padres. Y se emocionan, porque esto provoca una nostalgia”, dijo Ali Walsh. “En cierto modo, esto trae de regreso a mi abuelo y la historia se repite. Es como si mi abuelo estuviera aquí y peleara aquí”.