Las Grandes Ligas celebraron ayer la figura y el legado del inmortal puertorriqueño, Roberto Clemente, en una ceremonia especial desde Pittsburgh donde su hijo, Luis Roberto Clemente no solo hizo el primer lanzamiento del juego de béisbol de los Piratas, sino que recibió las llaves de la ciudad.
Fue solo una de varias actividades celebradas en la ciudad que resaltaron el espíritu comunitario que caracterizó a Clemente.
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El alcalde de Pittsburgh en Pensilvania, Bill Peduto, le entregó la llave al hijo de Roberto Clemente en una ceremonia justo frente a la estatua del legendario pelotero boricua en esa ciudad. “Es una cosa impresionante, simbólicamente es una llave y lo que representa es una llave que tu abres una ciudad y esa ciudad siempre ha estado abierta, siempre recibió a papi”, dijo Clemente, hijo, en entrevista con Wapa Televisión.
La celebración del Día de Roberto Clemente este año se extendió para que los peloteros de cualquier equipo que quisieran utilizar el número 21 en su uniforme así lo pudieran hacer ayer. Todos los jugadores de los Piratas llevaron el 21, así como los puertorriqueños en distintos equipos. El movimiento se extendió más allá de los boricuas y de los jugadores de los Piratas. Mientras tanto, el nombre de Vera Zabala viuda de Clemente se agregó al del boricua en un puente que lleva el nombre del pelotero.
A partir de este año, cada 15 de septiembre se celebrará el Día de Roberto Clemente marcando el inicio del mes de la hispanidad en Estados Unidos.
Clemente se ha distinguido no solo como uno de los más grandes peloteros de la historia del béisbol, exaltado al Salón de la Fama, sino por su humanismo y filantropía. El premio más importante de las Grandes Ligas lleva su nombre y se entrega en la Serie Mundial.
Antes del inicio del partido entre los Piratas y Rojos de Cincinnati, los Piratas honraron la memoria de Clemente. El receptor de los Piratas Jacob Stallings fue presentado como el nominado del equipo para el Premio Roberto Clemente, por su labor comunitaria.
