La extenista Gigi Fernández recurrió esta tarde a Instagram para aclarar que no había cerrado su cuenta de Twitter, lo que se había asociado como una reacción a las críticas que recibió tras cuestionar quien era la medallista olímpica boricua Jasmine Quinn-Camacho.
Según Fernández, la cuenta fue “hackeada por un hater malvado”, y acompañó su mensaje con una captura de pantalla.
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La medallista de oro olímpica por Estados Unidos deshabilitó los comentarios en la imagen de Instagram para “evitar a los odiadores“.
“Ahora está permanentemente deshabilitada. Fin de la historia POR FAVOR”, escribió Fernández.