Ron Rivera abrió el campamento de prácticas de Washington expresando su frustración por el hecho de que algunos jugadores no estén vacunados. Ello ha derivado en que el entrenador, sobreviviente del cáncer, sea más precavido en los entrenamientos.
Rivera cree que más de la mitad de los jugadores de Washington que están en el campamento se ha vacunado ya con todas las dosis necesarias.
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La semana pasada, la NFL informó que el 80% de los jugadores ha comenzado el proceso de vacunación, y que 27 de 32 equipos tenían al menos un 70% de jugadores con una o dos dosis de vacunas.
Washington no es uno de esos conjuntos. Se acerca más bien al 60%, y ello ha derivado en que Rivera tome precauciones adicionales.
“Estoy verdaderamente frustrado”, dijo el entrenador en la conferencia de prensa con la que se abrió el campamento. “Más que frustrado. Una de las razones por las que entré con una mascarilla puesta es que soy inmunodeficiente, así que con esta nueva variante, ¿quién sabe? Cuando estoy en un grupo donde hay gente no vacunada, me pongo la mascarilla. Lo hago por motivos de salud”.
Rivera recibió tratamiento el año pasado por un cáncer en la piel. Las dudas manifestadas por algunos de sus jugadores para vacunarse constituyen una de varias preguntas de cara al segundo campamento de Rivera como entrenador de Washington.
Éste fue uno de los dos equipos que tuvieron un índice de vacunación menor al 50% a mediados de julio.
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El jueves la liga envió un memorándum a los equipos, para informarles que un brote entre los jugadores no vacunados podría llevar a que pierdan partidos sin jugar. En esos casos, no se pagaría el sueldo correspondiente a los jugadores de ambos equipos.
“Esto podría ser una gran desventaja”, comentó Rivera, al mencionar el brote ocurrido la temporada pasada en los Broncos de Denver, que terminaron colocando a un receptor novato como quarterback. “Con base en las reglas, arriesgas no sólo tu salario, sino el de los demás si no hay partido. Pienso que eso es algo en lo que todos debemos pensar”.
Y no es que Rivera y su personal no lo hayan intentado. Washington invitó a la inmunóloga de Harvard, Kizzimekia S. Corbett, quien ayudó a desarrollar la vacuna de Moderna contra el COVID-19. El objetivo era que hablara con los jugadores en junio, durante el minicampamento.
Montez Sweat, defensive end que está en su tercer año, dijo en aquellas fechas que no apoyaba el intento del equipo por persuadir a los jugadores para que se vacunaran.
“Probablemente no me vacunaré sino hasta que tenga más datos y todo eso”, comentó.
Rivera dijo que el equipo continúa con las tareas de convencimiento.
“Tenemos a un grupo de chicos que quieren más información. Y la parte frustrante es que tratamos de proporcionarla lo más rápido que se pueda”, dijo. “Todavía tienen que tomar sus propias decisiones”.