Cuando el fajardeño Carlos Arroyo entró a la NBA con los Jazz de Utah, uno de sus mentores fue el gran Karl Malone. O sea, no todos los días tienes el chance de jugar en el mismo camerino con el mejor anotador de todos los tiempos.
Así las cosas, el eterno Arroyito fue a visitar a su pana Karl y le llevó un regalito en una cajita que esperamos que haya sido un litrito del ron cañita que su pai’ se da cada vez que va a inspeccionar las carteleras de boxeo junto a Toto Peñagarícano.
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Bueno, a lo mejor el regalo es otra cosa, como una barra de peanut butter de cannabis, media onza de la índica que trajeron nueva a CannaCity o cualquier otra cosa relacionada con la NBA.
“Utah Jazz… Hace más de 19 años no veía a mi ex compañero, hermano y leyenda de la NBA Karl Malone. Hoy tuve la dicha de reencontrarme nuevamente con él y fue un momento que llevaré conmigo siempre. La hermandad nunca muere cuando es sincera”, expresó en su cuenta de Instagram el estelar excanastero de la selección nacional, junto al video
Veamos este reencuentro, casi 20 años después: