La economía japonesa entró en recesión en el primer trimestre del año, por primera vez desde 2015, tras contraerse un 0.9% debido a la epidemia del coronavirus y acumular dos trimestres consecutivos en negativo, según los datos preliminares publicados por el Gobierno.
El descenso intertrimestral registrado por el producto interno bruto (PIB) nipón tiene lugar tras su caída del 1.9% entre los pasados meses de octubre y diciembre, debida a su vez a la nueva subida del impuesto sobre el consumo y a las malas condiciones meteorológicas.
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En términos interanuales, el PIB nipón cayó un 2.0% entre enero y marzo, según los datos preliminares y ajustados a la inflación publicados por el Ejecutivo nipón.
Los datos, mejores de lo que vaticinaban la mayoría de analistas, ofrecen un primer diagnóstico de los efectos del COVID-19 en la tercera economía mundial, donde no obstante se teme un agravamiento del impacto negativo a partir de abril debido al endurecimiento de las medidas para controlar la pandemia.
¿Cómo afecta esto a la organización de los Juegos Olímpicos?
El retraso de los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020 a 2021 también significó un duro golpe a la economía de ese país pues sus esperanzas de una recuperación económica estaban basadas en ellos.
Y es que la ausencia de un evento así debería “afectar la confianza de los consumidores japoneses”, además de privar al país de dos mil millones de euros (2,180 millones de dólares) de ingresos relacionados con los espectadores extranjeros, según el economista Takashi Miwa.
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Infreaestructura, reservaciones de hoteles, empleos, vuelos, entre otras cosas quedaron en el aire en este 2020 para el país nipón.
Ahora el gobierno de ese país tendrá que ingeniárselas para aguantar el tiempo de espera y recibir la cosecha de la derrama económica que representa la fuerza de los Juegos Olímpicos.
Mientras tanto, se estima que los costes de reorganizar los Juegos serán entre dos mil y seis mil millones de dólares. Según los términos del contrato de la ciudad anfitriona firmado en 2013, cuando se le adjudicaron los Juegos, la ciudad de Tokio, el Comité Olímpico Japonés y los organizadores locales están obligados a pagar la mayor parte de los costos de los Juegos. Ello incluye el retraso sin precedentes causado por la pandemia. Sin embargo, el tema se ha convertido en un asunto delicado en Japón debido a la recesión económica provocada por el virus.
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