La NASCAR no será como todos la recuerdan este domingo, cuando reanude sus carreras la pista del Darlington Raceway.
En el centro del óvalo, no habrá festejos con carne asada, piscinas inflables ni cientos de banderas estadounidenses, agitándose por encima de un sinnúmero de casas rodantes. La tribuna principal estará vacía.
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Darius Rucker interpretará a distancia el Himno Nacional; los cronistas de Fox Sports narrarán la competición de manera remota, desde un estudio en Charlotte, Carolina del Norte, y la celebración en el carril de la victoria será más bien moderada, sin palmadas ni abrazos.
Los pilotos no tendrán que asistir a distintos eventos con los patrocinadores, y ni siquiera está previsto que los dueños de las escuderías se presenten el domingo en el autódromo. La mayoría tiene más de 65 años y se considera que corre un riesgo particular si contrae el coronavirus —además, su presencia no resulta esencial para realizar la carrera.
Así que la imagen será extraña. Se asemejará en muy poco a lo visto hace 10 semanas, cuando se realizó la última carrera de la NASCAR antes de que la temporada se interrumpiera por la pandemia.
Pero numerosos seguidores de esta serie de automovilismo en el país añoraban la reanudación, que será además una inusitada oportunidad para que la NASCAR acapare la atención y se promueva, quizá entre televidentes que antes no habían expresado interés alguno en seguir estas carreras.
No habrá prácticas ni pruebas de clasificación. Y Brad Keselowski largará en el primer puesto a las 3:30 de la tarde (1930 GMT), cuando se ice la bandera verde. La parrilla de salida se definió mediante un sorteo televisado.
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La mayoría de los pilotos no compite desde el 8 de marzo, no habrá hecho calentamiento alguno y tampoco tendrá idea de si su auto está en condiciones de resistir el desafío en la pista de alta velocidad más antigua de la NASCAR.
Se considera que Darlington es uno de los circuitos que más virtudes técnicas demandan en la serie.
“Preveo que la gente va a estar bastante tímida, al menos en las primeras vueltas”, dijo Denny Hamlin, quien ganó las 500 Millas de Daytona el 1 de febrero.
Aquella fue una de tan sólo cuatro carreras que alcanzaron a completarse en esta campaña.