Antes de que comience su nueva aventura como manager, Dusty Baker tiene previsto hablar con su equipo. No ha decidido exactamente qué les dirá a los Astros de Houston, acosados por un escándalo, cuando comience la pretemporada.
Pero está seguro de cuál será el mensaje principal.
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“Hay que seguir adelante y cerciorarse de que esto no ocurra de nuevo”, dijo Baker. “De ningún modo va a pasar mientras yo esté aquí, y no preveo que ocurra nunca más, porque esto ha sido una vergüenza para mucha gente”.
Baker fue presentado el jueves formalmente como nuevo piloto de Houston. Buscará aportar su cúmulo de experiencia a un club que resiente todavía las consecuencias del escándalo de robo de señales que derivaron en la destitución del manager AJ Hinch y del gerente general Jeff Luhnow.
En cuanto a Baker, añoraba otra oportunidad de buscar el título que se le ha escapado como piloto en la Serie Mundial durante sus gestiones previas. Pero a los 70 años, no está seguro de si esa coronación llegará.
“Yo estaba contento, pero no satisfecho por el lugar en que estaba y con lo que hacía, porque faltaba algo”, indicó. “Y creo que el Señor me dio la mejor oportunidad de lograr lo que necesito como persona, padre y hombre”.
Baker será el manager de más edad en las Grandes Ligas. Hinch fue despedido el 13 de enero, apenas una hora después de que la oficina de las Grandes Ligas lo suspendió durante toda la temporada por su participación en el ardid antirreglamentario de Houston.
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“Dusty es una persona de una integridad alta, y es un líder respetado”, valoró el dueño del equipo Jim Crane. “Tiene una enorme experiencia en el béisbol y se ganará la confianza de los peloteros”.
Jardinero elegido al Juego de Estrellas durante su trayectoria de 19 temporadas en las mayores, Baker acumula 22 años de experiencia como manager desde 1993, cuando debutó en ese puesto con los Gigantes de San Francisco.
“La contratación de Dusty Baker es un gran paso para que nosotros salgamos adelante”, afirmó Crane. “Y creo que Dusty es la persona adecuada en el momento oportuno”.
Desde 2018, Baker había trabajado como asesor especial del Larry Baer, el director general de los Gigantes. Laboró en operaciones deportivas y de negocios del club. Asistía con regularidad a los juegos colegiales de su hijo Darren en la Universidad de California en Berkeley.
El jueves, estaba tan emocionado por llegar a Houston que se levantó una hora antes de las 2 de la madrugada, cuando debía sonar su despertador.
“Ésta es mi última oportunidad”, consideró. “Y yo pensaba que la última había llegado en Washington en realidad, porque di todo lo que tenía… Es un nuevo comienzo para mí”.
A sólo dos semanas de que comience la pretemporada, Baker dijo que conservará intacto el personal de Hinch, en vez de traer a sus propios asistentes y coaches.
“Vamos a ir con los que tenemos, porque son bastante buenos”, explicó.
El comisionado de las mayores, Rob Manfred, impuso las medidas disciplinarias a los Astros, tras determinar que infringieron las reglas al usar dispositivos electrónicos para robar señales durante la campaña de 2017, en la que terminaron ganando la Serie Mundial, y al año siguiente.
Los Astros fueron multados con cinco millones de dólares, el mayor monto permitido bajo las reglas constitutivas de las mayores, y perdieron sus próximas dos selecciones de primera y segunda ronda en el draft amateur.