Cuando Mike Piazza fue contratado como dirigente de la selección italiana de béisbol, una de las primeras personas con quien compartió la noticia fue Tom Lasorda.
El exmánager de los Dodgers de Los Ángeles tiene actualmente 92 años y había convencido a Piazza de cambiar de posición, de primera base a receptor, en el comienzo de una carrera, lo que terminó por entronizarlo en el Salón de la Fama.
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“Su estilo podía ser algo anticuado, a falta de una mejor palabra, pero era muy inspirador, y la forma en que él dirigía el equipo te motivaba a lograr más de lo que pensabas que eras capaz de hacer”, dijo Piazza sobre su mentor, quien es también ítalo-estadounidense. “Así que eso es lo que quiero aportar”.
Piazza, de 51 años, nació en Norristown, Pensilvania; posee la ciudadanía estadounidense e italiana y aseguró que aprovechará los consejos de Lasorda.
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Aunque el primer contrato de Piazza como entrenador expira al final del año próximo, se espera que siga con Italia al menos hasta disputar el Clásico Mundial de Béisbol de 2021.
Doce veces seleccionado al Juego de Estrellas, Piazza jugó por Italia en el Clásico de 2006, y fue coach de bateo de los italianos en las ediciones de 2009 y 2013.
“Éste es un día muy importante para nuestra federación”, dijo el presidente de ese organismo Andrea Marcon, el viernes, durante la presentación de Piazza. “Le damos a Mike la bienvenida de regreso a nuestra familia. Tiene una gran responsabilidad. Nuestro movimiento tiene que repuntar después del torneo olímpico”.
En sus primeras palabras como seleccionador de Italia, Piazza reconoció que tiene “mucho trabajo por hacer”.
“Debemos recuperar nuestro lugar como uno de los programas de elite en Europa”, añadió Piazza, alternando declaraciones en italiano e inglés. “No voy a presentarme sólo para lucir el uniforme, comer bien y beber café. Estoy aquí para hacer que el equipo se prepare y juegue”.
