LIMA (AP) — “Papá si estás vivo, para ti va esta medalla”.
Ese fue el mensaje casi desesperado que lanzó el domingo el ecuatoriano Claudio Villanueva tras ganar el oro de la marcha de los 50 kilómetros, en el cierre del atletismo de los Juegos Panamericanos, en una jornada en que su país también sumó la presea dorada en la competencia femenina, con Johana Ordóñez.
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Lo de Villanueva en Lima es sencillamente un triunfo impresionante en medio de la adversidad.
Hace dos años su padre Paulino desapareció en una montaña de la ciudad de Cuenca y hasta el día de hoy la familia no sabe si está vivo o muerto, según el marchista.
Villanueva se acordó de su padre después de ganar la marcha y le envió un mensaje conmovedor.
“Si estás vivo, si me estás viendo, para ti va esta medalla, pero si estás muerto, que me cuides desde el cielo”, dijo.
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Además de la desaparición de su padre, Villanueva debió enfrentar otro episodio difícil en su familia alrededor del mismo año, con el nacimiento de un hijo con parálisis cerebral. Sin embargo, este marchista, que en su juventud también viajó a España para trabajar y buscar respaldo en el deporte, se sobrepuso al dolor para ganar el oro en 2017, en la Copa Panamericana, disputada precisamente en Lima.
Dos años después y en medio de todas las dificultades, el ecuatoriano se consagra en los Panamericanos de Lima, impulsado según él por el entrenamiento duro y la inspiración que le da su hijo, quien también está ciego. Villanueva tiene a otro vástago.
“Él (su hijo enfermo) sí me motiva mucho porque le veo un movimiento que hace, que se supera día a día, eso para mí es motivante, gratificante”, señaló a The Associated Press el andarín de 31 años.
Villanueva ganó la prueba con solvencia en un tiempo de 3 horas, 50 minutos y 1 segundo. El mexicano Horacio Nava se quedó con la plata al llegar a 23,01 segundos y el colombiano Diego Pinzón atrapó el bronce a 24,57 del primero.
Fue una marcha en que la mitad de los competidores abandonaron por cansancio o fueron descalificados. Fue el caso de los hermanos guatemaltecos Erick y Bernardo Barrondo. Erick, ganador de la única medalla olímpica para Guatemala –plata en los 20 kilómetros de Londres 2012– se retiró desfallecido, mientras que su hermano, menor que él, fue descalificado en los primeros tramos. El ecuatoriano Cristian Andrés Chocho, favorito y campeón en Toronto 2015, también fue descalificado.
“Yo estaba trabajando mi competencia”, indicó Villanueva. “Solo veía que los jueces estaban estrictos y que la gente caía”.
Después del triunfo de Villanueva, se vino la victoria de Ordóñez en los 50 kilómetros de mujeres. La ecuatoriana, quien al igual que Villanueva debutó en Lima en lo más alto del podio, se impuso con tiempo de 4:11.12. Le dejó la plata a la guatemalteca Mirna Ortiz, esposa de Erick Barrondo, quien cruzó a 4.09 minutos de diferencia y el bronce a la ecuatoriana Paola Pérez, que llegó a 5.42 minutos de su compatriota.
Ordóñez, de 31 años y madre de dos niñas, agradeció a su esposo, quien “se saca el aire”, en referencia a que él la acompaña a correr a pesar de que no es un deportista.
“Gracias por confiar en mí”, dijo en referencia a su familia que la respalda en todo y a la secretaría de deportes de su país. “La inversión se nota”.
Lo de Ecuador fue un dominio pleno en la marcha panamericana, al colgarse tres de los cuatro oros dirimidos, y que incluyen el que ganó hace una semana Brian Daniel Pintado en la marcha de 20 kilómetros. Villanueva es cuñado de Pintado.
Pero en realidad, los triunfos no deberían sorprender en el caso de Ecuador, que tiene a una de las leyendas latinoamericanas de la marcha, el medallista olímpico y mundial Jefferson Pérez.