Y ahora a esperar.
Otra vez.
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Los Warriors de Golden State se han acostumbrado ir a la final de la NBA, y su victoria en Portland la noche del lunes certificó su quinta participación seguida. También se han acostumbrado a esperar para que la serie por el título comience, con pausas larguísimas tras el trámite de liquidar la final de la Conferencia del Oeste.
Cuando toque iniciar el primer duelo de la definición del título de la liga ya sea en Milwaukee o Toronto el 30 de mayo, habrán transcurridos 10 días para los Warriors. No es el paréntesis más largo en la historia de la NBA pero iguala la pausa que Golden State tuvo en 2017, y es la tercera vez en su dinastía de cinco años en la que han tenido una semana para descansar.
“Feliz de tomarme un poquito de respire antes de volver a jugar”, comentó el entrenador de los Warriors Steve Kerr.
Un descanso muy necesario.
Los Warriors ganaron la serie en Portland sin Kevin Durant, DeMarcus Cousins y Andre Iguodala — los tres lesionados. No hay forma de saber si Durant y Cousins regresarán a tiempo para las finales. Muchos otros jugadores de los Warriors están lidiando con dolencias.
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Perder un poco de forma es siempre una preocupación durante días sin partidos, pero los Warriors ciertamente sienten que la obvia ventaja _ descanso _ supera cualquier desventaja en estos momentos. Sobrevivieron tras ser llevados a siete juegos por Houston en la final del Oeste el año pasado y tener solamente dos días libres antes de las finales de la NBA.
“Definitivamente queremos que nuestros muchachos estén saludables”, dijo el alero de los Warriors Draymond Green. “Necesitamos tener a Andre de regreso, a DeMarcus y a Kevin. Necesitamos a esos muchachos para la final. Es nuestra esperanza, que podamos tener a esos tres”.
Abajo por 17 con menos de dos minutos por jugarse en el tercer período en Portland, lo más fácil habría sido que los Warriors aflojasen el acelerador y tratasen de sellar la serie el miércoles en casa.
En lugar de ello transformaron un déficit de 95-78 en una victoria de 119-117 en tiempo extra _ superando a los Blazers 41-22 en los últimos 19 minutos del partido.
“Pudiéramos haber decidido que el quinto partido era el nuestro”, dijo el astro Stephen Curry. “Pero vimos lo larga que sería la pausa y decidimos aprovecharlo”.
Es una larguísima pausa. Pero no fija un récord.
La brecha más larga de una final de conferencia y la serie por el campeonato de la NBA se dio en 1982, cuando los Lakers de Los Ángeles aguardaron 12 días antes de iniciar su duelo ante Filadelfia.
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“Los jugadores están aburridos y sólo quieren jugar”, dijo el entonces entrenador de los Lakers Pat Riley en la víspera de esa serie. “Ha pasado tanto tiempo de nuestro último partido, confío que no hemos perdido cómo jugar”.
Se acordaron: los Lakers ganaron el primer partido y se coronaron en seis.
La pausa de los Warriors esta temporada representa la 26ta vez que un equipo tiene que esperar al menos una semana al término de la final de conferencia y el inicio de la gran final de la NBA – y si Milwaukee gana los próximos dos partidos del duelo por la corona del Este, los Bucks se sumarán también a esa lista. Lo más prematuro que los Bucks pueden eliminar a Toronto y ganar el Este será el jueves; la final arranca el próximo jueves.
Los equipos que han tenido al menos una pausa de una semana previo al primer partido de la final de la NBA han tenido marca de 14-11 en la serie.