Hunter Trimmel no pudo deshacerse de sus boletos para toda la temporada de los Bucks de Milwaukee hace cinco años.
Una temporada perdedora tras otra hicieron de los Bucks casi una última opción en Wisconsin, donde la mayoría de los equipos viven a la sombra de los Packers de Green Bay. Pero ahora los Bucks son el equipo de moda en la ciudad, con una refulgente arena nueva y una joven superestrella que tiene al equipo en la antesala de la Final de la NBA. El primer partido de la final de la Conferencia del Este contra Toronto es el miércoles.
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Trimmel, de 37 años, estuvo entre los cientos de aficionados que abarrotaron la plaza afuera del Fiserv Forum la semana pasada antes que los Bucks enfrentaran a Boston en el quinto encuentro de las semifinales de conferencia. La plaza, llena de bares y pantallas gigantes de televisión para los aficionados que no pueden ingresar a la arena, es parte de una atmósfera que Trimmel — un aficionado de los Bucks desde 1992 — considera una experiencia nueva.
“Odio decirlo, pero nos sentimos como un equipo de ligas menores por mucho tiempo”, aceptó Trimmel.
Es una época dorada en Milwaukee: Los Bucks están en contienda por el título sólo un año después que los Cerveceros se quedaron a un juego de ir a la Serie Mundial, cambiando el enfoque de este estado enloquecido por los deportes de sus amados Packers a dos equipos largamente olvidados que repentinamente subieron.
El último equipo profesional de Wisconsin que ganó un campeonato fueron los Packers en 2011.
El éxito de los Bucks ha sido esperado por mucho tiempo. Su único título de la NBA llegó en 1971, cuando una escuadra que incluía a las leyendas Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson venció a los Bullets de Baltimore.
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Los Bucks fueron sólidos en la década de 1980, logrando varias temporadas de 50 victorias gracias a estrellas como Sidney Moncrief, Marques Johnson y Junior Bridgeman antes que las cosas se volvieran brutales en los 90, con seis campañas perdedoras, incluidas cuatro en las que no ganaron más de 30 partidos.
“Hubo una generación cuando tropezaron y cruzaron por el desierto, y muchos aficionados perdieron interés”, señaló Drew Olson, un veterano reportero de deportes en Milwaukee quien ahora conduce un programa deportivo de radio en The Game 97,3. “Fue casi el punto en que la gente iba a los encuentros de los Bucks para ver al otro equipo”.
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Olson localizó el momento del cambio cuando Herb Kohl vendió el equipo en 2014 a Wes Edens y Marc Lasry, dos administradores de fondos de inversión de Nueva York, y dijo que paralelamente la familia Selig vendió a los Cerveceros al inversionista de Los Ángeles, Mark Attanasio, en 2005.
Liderando el resurgimiento de los Bucks está el candidato a Jugador Más Valioso de la temporada, Giannis Antetokounmpo, un favorito de los aficionados y un motivo de orgullo para la comunidad griega de Milwaukee. Antetokounmpo nació en Atenas. Sólo tiene 24 años.
“Es importante para la comunidad griega poder reunirnos como una unidad y celebrarlo. Y él a su vez nos celebra”, destacó Tim Stasinoulias, de 61 años, un aficionado de los Bucks desde que el equipo llegó a Milwaukee en 1968.