Para el jueves, Dwyane Wade pudiera no trabajar más como basquetbolista.
Esa es la realidad, guste o no. Luego de 16 años como jugador de la NBA, tres campeonatos, un puesto casi anual en el Juego de Estrellas, un título de máximo anotador, tres franquicias, cuatro hijos, un oro olímpico y 161 compañeros de equipo, el fin pudiera haber llegado.
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El martes, Wade juega su último partido de temporada regular en casa cuando el Heat de Miami reciba a los 76ers de Filadelfia. El miércoles, será un partido en Brooklyn para cerrar la campaña. A menos que el Heat gane los dos encuentros y tenga mucha suerte en los últimos dos días de la temporada, la carrera de Dwayne Wade Jr. habrá finalizado.
“Le di a este deporte todo lo que tenía”, dijo Wade. “Y he apreciado cada segundo”.
El Heat tiene aún una tenue esperanza en la contienda por los playoffs; de las 64 posibilidades que quedan involucrando a Brooklyn, Orlando, Detroit, Charlotte y Miami en los próximos dos días _ y con los Nets y el Magic ya asegurados en la postemporada _ solamente hay tres que llevarían a Wade a los playoffs.
Obviamente, las probabilidades no son buenas.
Por eso el martes es considerado generalmente como el día de despedida, aunque nadie va a describirlo oficialmente así. Wade no quiere que sea el final _ pero está consciente de que pudiera ser la 576ta y última vez que juega en la AmericanAirlines Arena, todas, menos una, con el uniforme del Heat.
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“Ha sido increíble. Ha sido asombroso”, dijo Wade. “Mucha gente en esa arena me ha visto crecer, me ha visto ser imperfecto, me ha visto cometer muchos errores, y me ha visto también desarrollarme y hacer cosas increíbles, cosas grandes. Me siento agradecido por ello”.
Y entonces, llegará el partido.
Habrá vítores. Las ovaciones serán largas. Habrá lágrimas. Y el Heat tratará de que ocurra el milagro de los playoffs.
“No quiero que termine”, dijo el entrenador de Miami Erik Spoelstra. “Estoy divirtiéndome más este año y el año pasado que en ninguno de los otros años con Dwayne”.
Wade no es más el Wade del 2008, ni el Wade del baloncesto universitario, ni el Jugador Más Valioso de una final de la NBA. Pero aún es excelente y con una propensión a lo dramático _ como la canasta junto a la chicharra para derrotar a Golden State hace unas pocas semanas. Ha sido el mejor jugador del Heat esta campaña. Es difícil imaginarse cómo el equipo lo va a reemplazar, porque claramente lo va a extrañar.
Pero ésa es parte de la razón por la que esta campaña es su última. Wade no quería retirarse siendo una sombra de lo que fue. Quería dejar el escenario con los fanáticos pidiendo más y eso es lo que ha ocurrido.
“Eso es lo bueno, poder verle salir en sus propios términos, decidiendo cuánto se acabó”, dijo su excompañero y amigo LeBron James.