Como parte de una investigación por posibles violaciones al tope salarial en el Baloncesto Superior Nacional (BSN), la propia liga aprobó hoy una resolución para investigar si el jugador Carlos Arroyo no respetó el reglamento liguero.
La investigación surge como resultado de una solicitud del propio Arroyo para que se le pagara una suma de dinero relacionada con su participación con los Cangrejeros de Santurce en el 2015.
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El dictamente aprobado por la liga profesional es para que el exnacional produzca unos documentos.
Para ese año, el tope máximo de compensación para un jugador era de 120 mil dólares más bonos aprobados por el BSN. Por lo tanto, ningún jugador podía excederse de esa cantidad.
Arroyo reclamó sumas relacionadas a sus servicios como jugador y a un acuerdo mediante el cual la franquicia tendría derecho a explotar comercialmente su imagen.
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De acuerdo con un comunicado de prensa, la reglamentación del BSN “no permite este tipo de acuerdo por ser una forma de burlar el tope salarial”. Asimismo, el contrato modelo aprobado por el BSN dispone que las franquicias tienen ese derecho como parte de sus contratos con sus jugadores.
Arroyo, actual jugador de los Leones de Ponce en la temporada 2019, deberá comparecer a una vista ante el BSN.