LOS ÁNGELES — Durante más de una década, Steve Pearce fue un pelotero errante. Se mudó de Pittsburgh a Houston y a cada uno de los equipos que conforman la División Este de la Liga Americana, simplemente en busca de un lugar donde pudiera echar raíces.
Lo encontró al fin, en Boston.
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Pearce fue designado el domingo el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, tras conectar dos jonrones que dieron a los Medias Rojas la victoria por 5-1 sobre los Dodgers de Los Ángeles en el quinto juego.
“El béisbol es un deporte divertido”, comentó Pearce. “Mientras más tiempo permaneces acá, pueden pasar cosas maravillosas”.
Y después de andar de un lugar a otro en las mayores, Pearce tiene una camioneta roja, que se le obsequió en el terreno, como parte del premio al Más Valioso.
“Uno nunca sabe a dónde puede llevarlo este juego”, dijo. “Y yo he pasado por mucho en mi vida y en mi carrera para estar acá. No podría estar más agradecido. Ha sido un recorrido de toda una vida”.
Cientos de fanáticos de los Medias Rojas en el graderío del Dodger Stadium vitorearon a Pearce, quien luego se paseó detrás del plato, tomando de la mano a su hija Jensen, de 6 años.
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“Ésta es la sensación más maravillosa de mi vida. Cuando eres niño, éste es el sitio donde quieres estar. Y ahora esto está ocurriendo”, resaltó Pearce. “Es un gran momento. Estoy muy agradecido por compartir esto con todos. Estoy soñando”.
El sábado, Pearce descargó un jonrón que empató la pizarra en el octavo episodio. En el noveno, añadió un doblete de tres carreras para que Boston ganara por 9-6.
Un día después, conectó un bambinazo de dos carreras ante Clayton Kershaw en el primer inning. Coronó su estupenda labor de octubre con un cuadrangular solitario frente al dominicano Pedro Báez en el octavo capítulo.
En total, el primera base bateó de 12-4, con ocho producidas.
Bastante buena contribución para un pelotero adquirido a media temporada a cambio de un jugador de ligas menores. Después del canje, participó en 50 juegos. Se convirtió en el primer pelotero de posición que ha terminado como el Más Valioso de la Serie Mundial tras jugar 50 duelos o menos por el equipo triunfador en su carrera, según el Elias Sports Bureau.
“Éste ha sido el año más divertido de mi vida”, dijo Pearce en el terreno.