BOSTON – Cuando Alex Cora fue contratado para dirigir a los Medias Rojos hace un año, el puertorriqueño sabía que había ponerle énfasis al trato con sus jugadores.
Fue lo que le permitió ser exitoso como gerente general de Puerto Rico en la edición de 2017 del Clásico Mundial de Béisbol, y otro tanto al desempeñarse como el gerente y piloto de los Criollos de Caguas en la liga invernal de su país. También al desempeñarse como el coach de banca de los Astros de Houston durante su marcha al campeonato de la Serie Mundial la pasada temporada.
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Cora tenía esas lecciones en cuenta cuando se presentó al campamento primaveral para encontrarse con talentoso y joven equipo de Boston, muy necesitado de una nueva voz tras caer eliminado en la primera ronda de los playoffs en años consecutivos.
Le prometió algo a su nuevo equipo durante su primera reunión.
“Les dije que ante todo iba a esforzarme en ser genuino y accesible”, señaló Cora.
Seis meses después, el dirigente de 43 años — mejor conocido por sus jugadores con las iniciales “AC” de su nombre — transformó el ecosistema de los Medias Rojas, con un enfoque más directo. El resultado fue liderarles a 108 victorias, su mayor cantidad en la temporada regular.
“Aprendí que conversar con el jugador no es mal, poder tener una buena relación con el jugador no es malo”, dijo Cora. “Hacerlo, podrás sacar el máximo potencial que tiene. Hay gente que quizás crea que traspasar esa raya no es beneficioso, pero yo lo veo de forma distinta, y lo he vivido”.
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Los Medias Rojas siguieron su paso arrollador en la serie divisional de la Liga Americana al despachar a los Yanquis y luego derribar a los Astros en la Serie de Campeonato del circuito para que Boston alcanzara la Serie Mundial por primera vez desde 2013.
Con cuatro victorias más sobre los Dodgers de Los Ángeles, Cora podría convertirse en el quinto manager en consagrarse campeón en su primera temporada, emulando a Bob Brenly (Arizona, 2001), Ralph Houk (Yanquis, 1961), Eddie Dyer (Cardenales, 1946) y Bucky Harris (Senadores de Washington, 1924).
Si bien los Medias Rojas sacaron dividendos de sus refuerzos, como la adquisición del toletero J.D. Martínez, los buenos resultados no sorprender a nadie que han visto al ex pelotero lidiar con el desafío de lidiar con personalidades distintas y tomar decisiones todos los días.
El lanzador David Price tuvo gran dificultad en adaptarse a la caldera de Boston durante sus primeras dos temporadas del contrato de siete años y 217 millones de dólares que firmó en 2015.
Price al fin respondió este mes al conseguir la primera victoria de su carrera como abridor en la postemporada, al encargarse del quinto juego para sentenciar la serie ante Houston. Price destacó la serenidad de Cora.
“Nada más su semblante. Es el mismo”, dijo Price. “Entiendo que no es fácil no poder cambiar cuando tu equipo ha ganado 108 juegos en la temporada, pero no ha cambiado nada”.
Los dos también encontraron sintonía a nivel personal. Cora se convirtió en padre de dos gemelas la pasada temporada y Price tiene un hijo de 17 meses.
“Tiene dos mellizas que no le dejan dormir”, dijo Price. “El que pudiera hacer todo esto por nosotros este año ha sido fabuloso”.
Cora tampoco se queda de brazos cruzados a la espera que un jugador se le acerque. Previo al inicio de la campaña, se reunió con Mookie Betts, Xander Bogaerts y Jackie Bradley Jr. ¿El tema? Hacerles saber que no tiene nada de malo ser intense en el terreno de juego.
“Creo que la gente debe ser espontáneo en el terreno”, dijo Cora. “Hablé con Mookie sobre sonreír. Jackie, que es muy quieto, el otro día dio un doble y al fin celebró. De esto se trata. Estamos en octubre”.
Amén de su toque personal, Cora robusteció el departamento de análisis estadístico de Boston y armó un cuerpo técnico que tiene absoluta disposición de aplicar la información. La filosofía de los Medias Rojas es no ampararse tanto en el bateo de poder, un estilo que estimula una mentalidad agresiva al tomar los turnos, muchas jugadores bateo y corrido y dinamismo en el bases.
Eso contribuyó a que Betts y Martínez se convirtieron en la primera dupla de compañeros en quedar primero y segundo en promedio de bateo y porcentaje de slugging desde 1904.
Además, el ser bilingüe le facilitó al boricua el trabajo con los jugadores latinoamericanos del equipo. Es un lujo en el béisbol de Grandes Ligas, donde no hay muchos managers latinos.
“El respeto que él tiene hacia nosotros es el mismo respeto que tenemos hacia él”, dijo el receptor venezolano Sandy León. “Cada vez que hace sus movimientos lo respetamos, es lo que ha hecho todo el año. La comunicación es lo que hace que le respetemos”.
Cora se toma con humildad la respuesta del equipo esta temporada.
“No somos un equipo perfecto”, dijo Cora. “Es lo bonito que tiene este equipo. Sentimos que podemos seguir mejorando. Y nos queda una serie más”.