La tenista estadounidense Serena Williams dio un escalofriante motivo tras la reciente derrota en el torneo WTA de San José, el pasado día 31 de julio, donde apenas ganó un sólo juego.
Esa vez, la exnúmero uno del mundo cayó por 6-1 y 6-0 ante la británica Johanna Konta, en su primera aparición en el circuito tras su derrota en la final de Wimbledon ante la alemana Angelique Kerber.
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En una extensa entrevista a Time Magazine, Serena reveló que se enteró, 10 minutos antes de salir a la cancha, que el asesino de su hermanastra Yetunde Price había dejado la cárcel, un hecho que la dejó en shock y sin reacción.
“No podía levantar el espíritu. Mi hermana no volverá a estar con nosotros, es injusto que no podamos abrazar más. Tenía muchas cosas en la cabeza en ese momento“, comenta Williams, quien era muy unida a Yetunde, hija de su madre Oracene en una relación previa a la de Richard Williams, padre de Serena y Venus.
Muy tocada por la situación, la ex reina de la WTA indicó que aún piensa en perdonar a la gente, pero que “con él aún no he llegado a este nivel. Quiero perdonar, sé que lo haré“.
Serena conoció la noticia en Instagram, y supo que Robert Edward Maxfield había quedado liberado bajo fianza a principios de año, tras cumplir 13 de los 15 años de prisión por el asesinato de Yetunde, quien era madre de tres hijos al momento de su muerte.
El incidente fue por una bala perdida en un tiroteo callejero entre bandas en Compton (Los Ángeles) en 2003. El hecho provocó un inmediato cambio de casa de los Williams, que llevaban mucho tiempo viviendo en esa zona.
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