El deporte del baloncesto puertorriqueño está de fiesta con la histórica medalla de bronce que el conjunto masculino Sub-17 de la isla consiguió ayer en el Mundial FIBA Sub-17 de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Los juveniles, liderados por el base André Curbelo Rodríguez, lograron la gran gesta superando al grupo de Canadá por marcador de 90-77.
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La cría boricua de estos chamacos se vio durante todo el encuentro, cuando mantuvieron una defensa muy cerrada y consistente para detener la llegada de los canadienses. Como efecto, dominamos en los fast breaks al rival anotando 31 puntos en el contragolpe. El escolta Tory San Antonio se destacó en esta faceta del corre y corre.
Otro punto que los puertorriqueños dominaron para destacar que vinieron de menos a más en el partido fueron los 37 puntos que la banca anotó, frente a los flojos 12 de Canadá. Eso dice mucho de la profundidad que tiene este equipo, que solo dejó sentado a tres jugadores en este partido.
“[Estamos] súper contentos. Nosotros queríamos la de oro, no se pudo, pero una medalla es una medalla y con esta medalla hicimos historia. Ganar tercer lugar y una medalla de bronce para el pueblo de Puerto Rico significa un montón”, expresó Curbelo Rodríguez luego del partido.
Esta victoria significa el fin de una sequía mundialista en baloncesto para Puerto Rico, que ganó su primera presea en el 1997 de la mano de la Sub-22. Estos se alzaron con la medalla de plata.
Los boricuas también lograron arrinconar la ofensiva en un solo jugador canadiense, Addison Isaiah Patterson, quien estuvo muy certero con 31 puntos. Sin embargo, y como un equipo no lo hace un solo jugador, la ofensiva rival se limitó a Patterson en los últimos minutos y esto no les funcionó.
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Por los boricuas, Jermanie Miranda Pérez con 24 puntos, 11 rebotes y cuatro asistencias y San Antonio con 23 tantos, cuatro capturas y tres reparticiones fueron los mejores.
Los juveniles culminaron el torneo con marca de 5-2.
