Si hay un equipo “tapado” en este Mundial, ése es Suecia. El cuadro europeo ya había sorprendido a todos en las Clasificatorias, al dejar en el camino a Italia en el repechaje; luego su DT, Janne Andersson, no tuvo tapujos en dejar fuera de la convocatoria a Zlatan Ibrahimovic; y ahora, muy callados, ganaron el Grupo F, bajando con una goleada a México por 3-0 y eliminando de rebote a Alemania.
Desde un comienzo salió a buscar el triunfo el cuadro europeo, que no escatimó en recursos para meterse en la segunda fase de la Copa y timbrar una nueva sorpresa.
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La figura de la cancha era Guillermo Ochoa. El cuadro azteca que volaba en la cancha y le ganó a Alemania en el primer partido del grupo era un fantasma, las camisetas amarillas parecían ser más, mereciéndose desde el arranque la apertura de la cuenta.
El primer gol tardó en llegar, pero se hizo presente y como a veces el fútbol es justo, fue para los escandinavos. La pelota se paseó por el área mexicana y en el segundo palo apareció Ludwig Augustinsson (50’), que con un zurdazo batió la siempre dura resistencia del meta azteca.
Se pensaba que tras el gol aparecería la gran sorpresa del certamen, pero no, Suecia pegó otra vez, ahora con un penal de Andreas Granqvist que se incrustó en el ángulo. Iban 62 minutos.
México se fue con todo en busca del descuento, tenían miedo de quedarse fuera del Mundial, pero en una desgracia llegó el tercero de los Vikingos, ya que Edson Álvarez quiso rechazar un balón en plena área chica, aunque en su afán de tirarla lejos la metió en su propio arco.
Los mexicanos se fueron con todo en busca del descuento, que finalmente nunca llegó. Pero no les importó mucho, porque en el otro partido de la zona Alemania no pudo con Corea del Sur, finalmente clasificando ambos equipos a octavos de final.
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Suecia, en silencio, se quedó con el primer lugar del grupo, México segundo. Los alemanes, para la casa.
